Esta alza de los Cetes no deja dudas a los analistas: el mercado prevé una postura más restrictiva de Banxico en sus próximas reuniones de política monetaria. “El mercado está descontando una subida de tasas de interés bastante agresivas de aquí a fin de año”, dice Rafael de la Fuente, economista en jefe para América Latina de la firma financiera UBS.
Para Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de la institución financiera Banco Base, hay dos factores presionando a la tasa: la política monetaria restrictiva de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y las presiones de la inflación, que en marzo se ubicó en 7.45%, la más alta desde 2001.
A mediados de marzo, el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed decidió subir su tasa de interés a un rango de entre 0.25% y 0.50%, luego de permanecer prácticamente en cero por tres años. Con esto, el banco central estadounidense comienza a apretar el freno de la economía para evitar un sobrecalentamiento y poder regresar la inflación a su objetivo desde el máximo en 40 años que registró en marzo (8.5%).
Para los economistas encuestados por la agencia Reuters, la Fed sería más agresiva con dos subidas en las tasas de interés de 50 puntos base cada una en las próximas reuniones de mayo y junio.
El mercado sigue con atención estos movimientos que inciden en la política monetaria de Banxico. El subgobernador de Banxico Jonathan Heath lo dejó claro en un evento público: “No podemos tener una política monetaria independiente o contracíclica a la de la Fed”.
Grupos de bonistas extranjeros son seducidos por esta dinámica para adquirir instrumentos de deuda mexicana. La diferencia entre la tasa de interés de Estados Unidos y México les permite pedir prestado barato y colocar ese capital en un país con una tasa de interés más alta y generar así un rendimiento. Esta estrategia es conocida como carry trade.
Hasta ahora, la diferencia entre las tasas de la Fed y Banxico es de hasta 625 puntos base.
Para 2022, los economistas encuestados por Citibanamex anticiparon que la tasa de interés de Banxico cerraría en 8%. Pero a decir de Siller el mercado en las operaciones de derivados descuenta un nivel de 9%.
“Lo que están reflejando los valores gubernamentales es una política monetaria más restrictiva con incrementos acelerados de la tasa de interés”, augura Siller.