Esto sitúa al gas de PG&E en camino de alcanzar una media de 9.21 dólares por mmBtu en 2022, lo que supondría su nivel más alto desde que alcanzó un récord anual de 8.62 dólares en 2008, según datos de Refinitiv que se remontan al año 2000. SoCal Border, por su parte, se encamina a una media de 8.95 dólares por mmBtu en 2022, lo que superaría su actual récord anual de 6.29 dólares en 2021.
¿Qué efecto tendría en México?
Los efectos en México podrían ser similares a lo experimentado en 2021, cuando la tormenta invernal Uri afecto a millones de personas por la falta de gas natural importada desde Texas para alimentar las centrales generadoras, lo que generó apagones intermitentes principalmente en el norte del país.
Por el lado de los precios, Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, explicó que en Estados Unidos el aumento de los energéticos es más flexible en relación con la inflación (baja o sube en relación a los precios del petróleo y gas). Sin embargo, aclaró que en México históricamente los efectos del aumento de precio suelen ser más persistentes debido a un rezago en la oferta, lo que presiona por más tiempo a la inflación.
Carlos Hermosillo, analista financiero independiente, explicó que la gasolina y la electricidad son subsidiados en el país, por lo que el efecto cascada pudiera tardar más en llegar. "Para México creo que es uno de los peligros latentes. Además del efecto negativo que la política de gobierno ha tenido en sus finanzas, dada la cuantía de recursos necesarios para tratar de sostener el nivel de precios al consumidor final a punta de subsidios. Es decir, no ha pegado tanto en inflación, pero sí ha afectado a las arcas de gobierno. No puede ser un ciclo perpetuo", mencionó.
El especialista agregó que el efecto del aumento en la gasolina en México es similar a lo observado en EU, con ramificaciones al resto de la economía que deben darse temprano o tarde, pero irremediablemente llegan.
Con información de Reuters.