Estos desbalances políticos y económicos se compensaron con el uso de reservas internacionales, que indujo una sobrevaluación del tipo de cambio nominal sobre el tipo de cambio real.
Principales consecuencias
La devaluación de casi 300% del peso mexicano frente al dólar desencadenó meses de alta inflación, que a su vez provocó escasez de capital de los bancos, debido a los intereses altos y la crisis en la actividad comercial, lo que forzó a miles de empresas a recortar personal o incluso a declararse en banca rota.
Para hacer frente a la emergencia, el gobierno recurrió a un paquete de rescate que consistió en la inyección de millones de dólares provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) de millones de dólares.
Estos fueron algunos de los intentos por tratar de estabilizar el precio del dólar y de contener la crisis para no afectar a otros países, principalmente de América Latina.