Así, los ingresos de recursos al mercado no han cesado y se espera que sigan fluyendo en los próximos meses contrarrestando los fuertes vaivenes que se cree que podrían derivar de las políticas del próximo presidente estadounidense, quien ha amenazado con imponer aranceles a las exportaciones mexicanas desde el primer día de su gobierno, que comienza el lunes.
"El fuerte diferencial de tasas de interés sigue haciendo al peso mexicano muy atractivo. Digamos que se ha convertido en un colchón para amortiguar movimientos agresivos en el tipo de cambio", opinó Jacobo Rodríguez, especialista financiero de la firma de análisis Roga Capital.
De concretarse las advertencias de Trump, la moneda que actualmente se ubica alrededor de 20.50 por dólar, podría debilitarse rápidamente a niveles por encima de las 21 unidades y mantenerse ahí por algún tiempo, coinciden operadores cambiarios. Aunque también las fluctuaciones dependerán de cómo sean los anuncios del mandatario, de su alcance y profundidad.
Desde su triunfo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre, la divisa de México se mantiene oscilando entre 20.0 y 20.9 por dólar, sus peores niveles desde 2022, después de haber llegado a fortalecerse previamente en el año a sus máximos en casi una década de 16.25 unidades.
El brillo del peso comenzó a opacarse con fuerza a partir de las elecciones mexicanas de junio cuando el partido de la ahora presidenta Claudia Sheinbaum obtuvo una contundente victoria que abrió las puertas a una serie de polémicas reformas, buena parte de ellas ya aprobadas y que han complicado el clima de negocios en la segunda mayor economía de Latinoamérica.
Sin embargo, ha encontrado algo de contención en los capitales externos atraídos al país por las llamadas operaciones de "carry trade", en la que los inversionistas toman préstamos en la moneda de un país con bajas tasas de interés para invertir en naciones que ofrecen mejores rendimientos.
Sólo el año pasado, el mercado mexicano de deuda gubernamental recibió 1.83 billones de pesos (89,672 millones de dólares) provenientes del exterior, casi un 2.5% más que en 2023, lo que equivale a unos 43,250 millones de pesos, según datos oficiales.
La demanda de papel local comenzó a crecer en 2022 después de que el banco central mexicano inició un ciclo de endurecimiento monetario para hacer frente a una aceleración de la inflación luego de la pandemia.
Banco de México abrió así una marcada brecha con los premios de otras naciones, que se ha mantenido aun cuando el año pasado muchas de ellas, incluida México, comenzaron a reducir las tasas de interés a medida que las presiones inflacionarias han venido cediendo terreno.