Luego de la volatilidad que vivió el tipo de cambio en 2024, para el próximo año la situación no será tan diferente para el peso mexicano frente al dólar, ya que analistas consideran que habrá diversos factores que pueden generar volatilidad.
La paridad peso/dólar en 2025 se verá afectada por diversos factores, siendo el principal foco de volatilidad Donald Trump, quien asumirá como presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero.
Las previsiones para el tipo de cambio al cierre del próximo año van de los 19.50 hasta los 21 pesos por dólar.
Mientras que la Secretaría de Hacienda espera que el tipo de cambio promedie 20.70 pesos por unidad, Banco de México (Banxico), en la encuesta que realiza a analistas del sector privado, ubica al tipo de cambio en 20.50 pesos.
En un escenario optimista, Banco Base estima que el peso se estaría apreciando hasta los 18.50 el próximo año, mientras que en un escenario adverso, se depreciaría hasta las 21 unidades.
“Si bien es cierto que la volatilidad del peso disminuyó de manera importante”, a finales de enero que llegue Donald Trump, puede haber mucho ruido”, anticipó Montserrat Aldave, economista principal de Finamex Casa de Bolsa.
El tipo de cambio responde a diversos factores, tanto internos como externos. Para el próximo año serán los segundos los que tengan una mayor incidencia en los movimientos del peso frente al dólar.
“La entrada de Donald Trump, al menos los primeros tres meses, puede representar un escenario de volatilidad para la divisa mexicana. Podríamos ver un escenario complicado. Ya vemos un piso de 20 pesos, en el corto plazo al menos”, dijo Humberto Calzada, economista en jefe de Rankia Latam.
“Si Trump cumple su amenaza de imposición de aranceles y/o la revisión del T-MEC es tratada como una renegociación, las posturas netas a favor del peso disminuirían, lo que resultaría en una depreciación del peso”, refirió Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base.
Por su parte, Janneth Quiroz, directora de análisis de Monex, no descartó que durante el año el tipo de cambio puede ubicarse por arriba de los 21 pesos por dólar.
El comportamiento del tipo de cambio dependerá de “la postura en que regrese Trump y qué tanto de sus amenazas pueda cumplir. También se puede hablar más de la revisión al T-MEC, y que puede utilizar como un argumento más para amedrentar a México para obtener beneficios en materia de migración”, agregó.
Calzada apuntó que un choque de los mercados internacionales también abonaría a la volatilidad del tipo de cambio.
Otros factores por los que el tipo de cambio puede tener volatilidad el próximo año tienen que ver con el escalamiento de las tensiones geopolíticas, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como la relación entre Trump y Rusia, coincidieron los analistas consultados.
Otro factor que tendrá relevancia para el peso tiene que ver con el diferencial de tasas entre Banco de México y la Reserva Federal.
En materia local, destacó la economista principal de Finamex, tiene que ver con la política fiscal. “Si bien ya sortearon una de las primeras dificultades -dar este delivery de la consolidación fiscal-, el tema no se acaba ahí, pues si bien han propuesto incrementar ciertos derechos, son arreglos de corto plazo, va a seguir pendiente el ¿cómo hacerlo sostenible hacia adelante? El tema de las finanzas públicas va a seguir como cuchillo de madera durante toda la administración”, señaló.
En más temas internos, Calzada dijo que “ya está descontado el tema por las reformas a los cambios estructurales”.
El nearshoring es un aspecto que puede favorecer al peso mexicano. “Si la historia del nearshoring se empieza a materializar, ayudaría al tipo de cambio. En un contexto donde hay mucho ruido por Trump, hay quienes señalan que México seguirá siendo beneficiado por la aversión que le tiene a China”, apuntó Aldave.
Asimismo, refirieron Quiroz y Siller, en la medida en que se logren acuerdos entre México y Estados Unidos, el peso mexicano se podrá ver favorecido.
El año que está por terminar será recordado por la volatilidad que vivió el tipo de cambio, así como por el adiós del súper peso, señalaron los entrevistados.
En la primera mitad del año, todo era miel sobre hojuelas para la moneda mexicana, que llegó a cotizar en 16.33 pesos, algo no visto en nueve años.
Después de la elección presidencial en México, la historia cambió y el peso tuvo una importante depreciación, lo que lo llevará a estar entre las divisas más depreciadas en 2024.
El triunfo de Morena en la elección del 2 de julio y el avance de un paquete de reformas que propuso Andrés Manuel López Obrador, cuando aún era presidente, mermaron la fortaleza de la divisa local.
Por último, la volatilidad en el tipo de cambio aumentó cuando Trump, aún como candidato, comenzó a atacar a México en sus discursos.
Tras la elección en Estados Unidos, Trump, presidente electo, habló de aranceles en contra de México y Canadá, lo que llevó al peso hasta las 20.75 unidades.
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