Más bien hay que saber hasta dónde llegar, aconseja Mauricio Granillo, director general creativo de la agencia Geometry México. El experto en estrategias auditivas dice que la identidad sonora de una marca debe adaptarse al momento del mercado, incluso a las temporalidades. Pues, de no hacerlo, se corre el riesgo de cansar, saturar y hartar al consumidor.
Con esto coincide la presidenta de Man Made Music: si las marcas no tienen la capacidad de adaptar el logo sonoro a los tiempos, es mejor comercializar sin él. Y es que el impacto emocional de los sonidos no es estático, por eso es necesario reevaluar y monitorear continuamente su comportamiento entre las personas.
Por ejemplo, en este momento, donde los ánimos todavía no están en lo más alto, un sonido con tonos brillantes y optimistas como el de McDonald’s y Old Spice van a mantener una conexión emocional efectiva. “La gente está asociando a estas dos marcas con la felicidad”, dice Lauren McGuire.
Del lado contrario están las notas del piano que caracterizan el logotipo sonoro de Honda, las cuales hacen referencia a un tiempo sin precedentes, lleno de incertidumbre y hasta catastrófico, por eso en el estudio de Man Made Music y Sentient Decision Science fue una de las peores calificadas en cuanto a conexión emocional.
“El error más común que cometen las marcas es querer forzar el recurso del audio branding. Claro que es funcional para transmitir su esencia en el mercado, pero no se trata de un check list, sino de un recurso que puede ayudar si se aplica adecuadamente. Hay que diferenciarse de la competencia, pero no siempre el sonido va a empujar el cumplimiento de este objetivo, hay que analizarlo antes de lanzarlo”, concluye Yuri Alvarado, fundador y presidente de la agencia Alvarado Molina.