La difícil labor de Pence en el extranjero por las declaraciones de Trump
Mientras el vicepresidente de EU, Mike Pence, salía disparado de una reunión a otra este fin de semana en Europa, una frase se repitió constantemente.
"El presidente manda sus saludos”, dijo a Federica Mogherini, la Alta Representante Europea durante el desayuno en el comedor del embajador de Estados Unidos para la Unión Europea.
"Traigo saludos por parte del presidente Donald Trump”, dijo al Primer Ministro belga, Charles Michel, frente a un mantel tallado en el Chateau de Val-Duchesse, un antiguo convento.
"Es un privilegio estar aquí para comunicar los saludos en representación del presidente Donald Trump”, declaró al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, frente al lobby de la comisión mientras los burócratas europeos iban ajetreados de un lado a otro.
A todos los lugares a los que viajó en su primer tour en el extranjero, el cual terminó el lunes, Pence estaba decidido a recordar a sus interlocutores a quién estaba representando , si bien hay pocas dudas de que los líderes europeos hayan olvidado al hombre que se quedó en casa.
Enviado a Europa en un tour para dar tranquilidad justo cuando el aparato de seguridad nacional entró en caos en la Casa Blanca, el vicepresidente asumió el mismo papel estabilizador en el escenario extranjero que ha representado en su país desde que Trump lo eligió como su compañero: un enviado para partes que quieren y necesitan contacto con la administración, pero que tienen sus reservas sobre acercarse demasiado a Trump.
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Él ha mantenido una relación similar con los republicanos del Congreso que están ávidos por capitalizar u mayoría en la Camara de Representantes y el Senado, pero mantienen su cautela sobre asociarse demasiado con un presidente propenso al enojo y los insultos.
Y, en sus visitas casi diarias al Capitolio, Pence encontró en Europa que los líderes y diplomáticos están ávidos por un representante de EU más familiarizado con asuntos de políticas.
Los enviados extranjeros
Pence no está solo en su papel, el secretario de Defensa, James Mattis, y el secretario de Estado, Rex Tillerson, fueron enviados también la semana pasada en representación de Trump para aliviar las preocupaciones de sus aliados.
Los enviados extranjeros de Trump tratan de explicar al nuevo líder de EU e intentan suavizar sus pronunciamientos más ásperos y los han convertido en expresiones convincentes de políticas estadounidenses . En algunos momentos, ha implicado contradecirlo abiertamente, derivando en confusión sobre la postura precisa de EU en los primeros días de la presidencia de Trump.
Mattis dijo a los reporteros mientras volaba a Bagdad el lunes que Estados Unidos no estaba atrincherado en el país para saquear sus recursos.
"No estamos en Irak para tomar el petróleo de nadie”, dijo Mattis, desairando implícitamente una sugerencia de Trump mientras visitaba a la CIA durante su primer día en el poder.
La declaración, que previene a EU de la posibilidad de cometer un crimen de guerra por hurtar los bienes de otra nación, podría haber sido innecesaria en otra era. Ahora, esas afirmaciones son necesarias para los funcionarios que esperan mantener sus alianzas alrededor del mundo.
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Confusión
En una era en la que la cuenta de Twitter de Trump es monitoreada tan de cerca en las capitales extranjeras como los memorándums diplomáticos y comunicados, los mensajes divergentes y en ocasiones completamente contradictorios han resultado confusas incluso para los aliados más firmes de EU.
Y por más que Pence y los otros miembros del gabinete intentaron reforzar las prioridades tradicionales de EU en sus viajes de fin de semana, ellos no fueron capaces de eliminar toda la consternación internacional por los cambios en la política estadounidense por parte de Trump.
El ministro de exterior de Francia expresó su frustración esta semana por el cambio en la postura de EU sobre el Medio Oriente tras una reunión de ministros de exterior, incluyendo a Tillerson.
Trump dijo durante una conferencia de prensa con el primer ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, la semana pasada que él no estaba apegado a una solución de dos estados en el conflicto de Israel-Palestina, sólo para ser corregido un día más tarde por su embajadora en la ONU, Nikki Haley, quien dijo que EU seguía comprometido con la meta de política exterior.
"No existen otras opciones más que la perspectiva de una solución de dos estados, y que la otra opción propuesta por Tillerson no es realista, justa ni balanceada”, dijo el funcionario francés Jean-Marc Ayrault, sin especificar precisamente qué había sugerido Tillerson.
Esta crítica llegó tras un debut diplomático discreto para Tillerson, quien llegó al puesto a principios de mes con poca experiencia en las pláticas directas gubernamentales con los líderes extranjeros. Los ayudantes del Departamento de Estado confirmaron tan tarde la asistencia de Tillerson en un punto, que tuvo que quedarse a 30 minutos de distancia, en un sanatorio para alemanes de tercera edad que buscan mejorar sus articulaciones adoloridas.
En la reunión G20 en Bonn, Tillerson actuó como Pence para proyectar calma frente a los aliados ansiosos. Pero su categoría dentro de la administración de Trump aún no era clara para los demás diplomáticos en la reunión; él no había sido consultado sobre un cambio en la política Israel-Palestina antes de que saliera al viaje, si bien ha sido de gran influencia al convencer a Trump a aceptar la antigua política “Una China” que es la base de la relación de EU con Beijing.
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Pence, mientras tanto, asumió un mayor protagonismo. Su discurso en la Conferencia de Seguridad de Munich fue seguido atentamente como el primer gran discurso sobre política exterior de la administración, y el texto de 20 minutos fue examinado por pistas sobre qué dirección tomarán los planes de Trump con respecto a los asuntos internacionales.
Los ayudantes de la Casa Blanca dijeron que Pence habló en detalle sobre sus pláticas con Trump antes de salir a Europa el viernes y que los dos hombres hablaron con frecuencia durante el fin de semana; mientras Pence hacía diplomacia rápida, Trump entrevistaba a los candidatos para asesores de seguridad nacional en su propiedad de Florida.
Diferencia
El predecesor de Pence, Joe Biden fue un ávido diplomático. A principios de su administración, el expresidente Barack Obama y Biden acordaron que el vicepresidente tendría la responsabilidad de ciertos portafolios de política extranjera: Irak, Centroamérica y Ucrania, entre ellos. Durante su último año en el puesto, Biden recitó el número exacto de millas que había viajado en representación de Obama.
Pero no es claro si Pence ha recibido responsabilidades internacionales claras y Pence no cuenta con un historial robusto en políticas extranjeras como Biden cuando entró al poder. Pence, sin embargo, fungió en el Comité de Asuntos Exteriores de la Camara durante su periodo como congresista de EU y viajó regularmente a Irak y Afganistán en tours oficiales.
Los funcionarios de la administración dicen que imaginan que Pence tomará los asuntos exteriores caso por caso, esperando desarrollar lazos preliminares o establecer el camino para acuerdos que Trump puede finalizar con sus contrapartes.
Su visita al cuartel de la OTAN el lunes fue un precursor para la aparición de Trump en la cumbre de la OTAN en Bruselas el próximo mayo, y Pence ya aceptó una invitación para visitar Tokio este año, antes que Trump.
Pero inclusive si los hombres están alineados tras cámaras, frente a ellas, las diferencias son claras.
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Mientras intentaba mitigar las preocupaciones de líderes como la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, Pence se encontró compitiendo por atención con su jefe, quien tuvo una conferencia de prensa irritable en la víspera de la salida de Pence y convocó a un rally de campaña desenfrenado el sábado.
Mientras Trump explicó profesionalmente que EU espera que sus aliados de la OTAN aumenten sus gastos en defensa en la Conferencia de Seguridad de Munich, Trump ofrecía un mensaje menos pulido en un hangar lleno de sus simaptizantes en Melbourne, Florida.
"Soy un fan de la OTAN, pero muchas de las naciones que protegemos, muchas de estas naciones son naciones muy ricas”, Trump dijo a los asistentes. “Ellos no están pagando sus cuentas. Ellos no están pagando sus cuentas. Ellos nos tienen que ayudar”.
La visita sombría de Pence al patio de la prisión en el campo de concentración Dachau también proporcionó un gran contraste con Trump, quien la semana pasada minimizó el alza en actos antisemíticos en EU.
Al darle la oportunidad en dos conferencias de prensa distintas para hablar contra el aumento de los incidentes contra la comunidad judía, Trump se volvió combativo, argumentando que los interrogadores buscaban socavar su presidencia.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se mostró claramente escéptico sobre cuánta cooperación debe esperar de Washington durante los próximos cuatro años, a pesar de que dijo había muchas garantías por parte de su visitante de EU.
"Ha sucedido mucho en los últimos meses en tu país, y en la UE; demasiadas opiniones nuevas, y en ocasiones sorprendentes, han sido emitidas sobre nuestras relaciones, y nuestra seguridad común, para que nosotros pretendamos que todo es como solía ser”, dijo Tusk en un inusual discurso tras la reunión con un líder extranjero.
Tusk dijo que Pence había ofrecido garantías en sus áreas de preocupación: cooperación en seguridad y el compromiso con una UE integrada, pero el Presidente del Consejo Europeo no salió completamente persuadido.
"Tras una declaración tan positiva”, dijo Tusk, “tanto europeos como estadounidenses simplemente deberán cumplir con lo que prometen”.
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