La migración vuelve a la mesa de discusión en el Congreso de EU
Un nuevo proyecto de ley de gasto en Estados Unidos ha reactivado una antigua batalla entre republicanos y demócratas en el Congreso mientras se acerca el plazo para subir el límite de endeudamiento federal y su aprobación está chocando con la insistencia del presidente Donald Trump por endurecer las políticas migratorias.
Los legisladores tienen hasta el 23 de marzo para determinar cómo dotar de fondos a una serie de agencias del gobierno federal por los próximos seis años. Pero sus negociaciones se están complicando por los desacuerdos en torno a las políticas de inmigración.
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Los republicanos están buscando que el Departamento de Seguridad Nacional reciba cientos de millones de dólares más para expandir su capacidad de acoger a los inmigrantes que mantienen detenidos y contratar a más agentes federales para que vigilen la frontera estadounidense y el interior del país.
Esta iniciativa apuntaría a detectar y potencialmente a deportar a más inmigrantes ilegales, una promesa crucial de la campaña presidencial de Trump durante el 2016.
"Si aumentas el número de camas disponibles (para detenidos), el número de personas arrestadas en este país posiblemente se incrementará", dijo Sarah Pierce, una analista política del Instituto de Políticas Migratorias, una organización independiente.
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Pierce dijo que esto ayudaría a Trump a implementar otras medidas que aumentarían las detenciones, incluyendo las de niños que viven en el país ilegalmente. Para algunos inmigrantes, esto podría implicar hasta dos años en detención mientras sus casos se desarrollan en un sistema judicial sobrecargado, en lugar de estar bajo una red de supervisión gubernamental más indulgente.
Además, existe un plan 1,600 millones de dólares para iniciar la construcción de un muro en la frontera, que Trump prometió durante su campaña. El monto implica que probablemente la totalidad del proyecto - que según el mandatario tiene que ser financiado por México - costará más de 18,000 millones de dólares.
Riesgo de nueva paralización del gobierno
Las autoridades en Washington están abocadas a la negociación de proyectos sobre asignaciones de fondos. En los últimos meses, este tipo de medidas para financiar programas federales han sido el escenario para la batalla entre Trump y el Congreso por el futuro de los jóvenes que fueron llevados al país ilegalmente siendo aún niños, los llamados dreamers.
El mes pasado, la escaramuza evitó que el Congreso pudiera aprobar unas protecciones de deportación para unos 700,000 "Dreamers", después de que Trump pusiera fin al estatus legal concedido a estos jóvenes por el expresidente Barack Obama.
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Llegado el momento, la riña obligó a Washington a soportar una suspensión de actividades de las agencias del gobierno federal en enero, cuando el financiamiento se agotó.
Esta vez, los republicanos esperan obtener suficientes fondos para contratar otros 500 agentes fronterizos y 1,000 efectivos de aduanas y control migratorios, pero los demócratas sostienen que las agencias ya están teniendo problemas para ocupar los puestos que quedaron vacantes por medidas previas autorizadas por el Congreso.
Se espera que los negociadores trabajen el fin de semana para que los líderes de la Cámara baja revelen un proyecto de ley consensuado que pueda aprobarse en el transcurso de la semana, con una votación en el Senado prevista para antes del plazo del 23 de marzo. Un retraso podría producir la segunda paralización parcial del Gobierno en lo que va del año.
