El mundo está en ascuas ante la decisión de Trump sobre Irán
El presidente de Estados Unidos Donald Trump puede asestar su golpe más devastador sobre el legado de Barack Obama este martes, pero la decisión de retirarse del acuerdo nuclear de Irán también podría desencadenar una peligrosa crisis mundial.
La decisión, que se anunciará en la Casa Blanca a las 2 pm (Tiempo del Este) este martes, podría marcar un momento representativo para la presidencia de Trump.
Le da la oportunidad de cimentar su filosofía de "Estados Unidos primero" pero corre el riesgo de desencadenar consecuencias inescrutables que en el peor de los casos podrían llevar a una guerra con Irán.
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La decisión le da al presidente una elección. ¿Sigue sus instintos y cumple una promesa de campaña a su leal base política? ¿O escucha a los aliados de Estados Unidos que respaldan el acuerdo y no quieren que él vuelva a imponer las sanciones de Estados Unidos contra Irán?
Alternativamente, podría reclamar negarse a continuar renunciando a sanciones contra Irán, pero no llegar a imponer nuevos castigos de inmediato. Eso podría mantener abierta una ventana estrecha para que los aliados europeos de Estados Unidos continúen tratando de negociar un acuerdo más amplio que pueda mantener a Trump a bordo.
Dado que el instinto de Trump usualmente triunfa sobre su preocupación por los amigos de Estados Unidos o los complicados cálculos de las ramificaciones geopolíticas en el futuro, no sorprende que la mayoría de la gente piense que se retirará del trato.
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"Es bastante obvio para mí que a menos que algo cambie en los próximos días, creo que el presidente no renunciará a las sanciones", dijo Jim Sciutto, de CNN, citando a un diplomático europeo.
"Y eso tendrá varias consecuencias que creo que todavía tenemos que entender completamente y deletrear", añade.
Salir del trato representaría otro cambio brusco de la diplomacia multilateral que sustentó la política exterior de Obama y el enfoque de Estados Unidos hacia el mundo durante gran parte del siglo XX.
También introduciría una nota ilógica en la propia estrategia diplomática de Trump, ya que se retiraría de un acuerdo nuclear con un enemigo de Estados Unidos, mientras intentaba negociar otro, con Corea del Norte.
