El interrogatorio del FBI a Kavanaugh tiene en vilo a Washington
(CNN)- En una semana que comenzó sumida en la incertidumbre para el presidente Donald Trump, para el candidato a la Corte Suprema Brett Kavanaugh, para los republicanos en el Congreso, para el FBI, el Partido Republicano todavía tenía la firmeza inamovible de Mitch McConnell para sostenerse.
"Ha llegado el momento de terminar con una interminable demora y obstrucción", dijo el líder de la mayoría del Senado el lunes por la tarde. "La nominación del juez Kavanaugh está fuera del comité. Lo estamos considerando aquí en la cámara. Y, señor presidente, esta semana votaremos".
La promesa de McConnell de que, sin importar lo que suceda, el Senado emitiría su juicio sobre la nominación de Kavanaugh es un marcado contraste con el torbellino de incógnitas que rodeaba la investigación sobre los antecedentes de Kavanaugh, lanzada un tanto al azar el viernes.
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La confusión se centraba en qué es exactamente lo que tiene que investigar el FBI según la petición de la Casa Blanca.
¿Su tarea era únicamente analizar las afirmaciones hechas por dos mujeres, Christine Blasey Ford y Deborah Ramirez, de que Kavanaugh había tenido un comportamiento sexual inapropiado con cada una de ellas durante la escuela secundaria y la universidad, respectivamente?
¿Era parte de la investigación el comportamiento alcoholizado de Kavanaugh, y su insistencia en el testimonio de la semana pasada frente al Comité Judicial del Senado de que nunca perdió el conocimiento o se desmayó?
¿Qué hay de las denuncias de mujeres que no sean Ford o Ramírez, sobre todo Julie Swetnick, que afirmó haber estado en fiestas con Kavanaugh a principios de la década de 1980 en las que se involucró en el consumo excesivo de alcohol y el comportamiento sexual inapropiado?
La declaración inicial de la Casa Blanca arrojó muy poca luz sobre el asunto. "He ordenado al FBI que realice una investigación complementaria para actualizar el archivo del juez Kavanaugh", dijo Trump. "Como lo solicitó el Senado, esta actualización debe tener un alcance limitado y debe completarse en menos de una semana".
El lunes, el presidente, como lo hace a menudo, pareció oscurecer las cosas en lugar de proporcionar claridad.
"Quiero que el FBI, esta es ahora su séptima investigación, quiero que hagan una investigación muy exhaustiva. Lo que sea que eso signifique de acuerdo con los senadores y los republicanos y la mayoría republicana, quiero que ellos hagan eso", dijo Trump en el Rose Garden.
Trump agregó, entre otras cosas, que a) estaría complacido con que el FBI entreviste a Kavanaugh b) le parecería bien si el FBI habla con Swetnick y c) se sorprendió de lo sincero que ha sido Kavanaugh sobre "haber tenido una un poco de dificultad" con la bebida.( Kavanaugh no dijo nada de eso)
¿Dónde nos deja esto, con exactitud?
Nadie parecía saber. Pero lo que fue fácilmente aparente fue que esta demora de una semana ocasionada por el cambio de opinión del Senador republicano de Arizona Jeff Flake justo antes de la votación del Comité Judicial del viernes sobre Kavanaugh, no había hecho nada para aliviar el tribalismo y la agresividad partidista que corría por Washington.
"Si escuchas con atención, prácticamente puedes escuchar los sonidos de los demócratas moviendo los postes", dijo McConnell.
"Durante demasiado tiempo, los republicanos han acelerado este proceso y probablemente se hubieran precipitado a una votación final si no hubiera sido por los prudentes esfuerzos bipartidistas de esos senadores para exigir una investigación completa por parte del FBI", replicó el homólogo demócrata de McConnell, el senador Chuck Schumer.
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Lo que todo este giro oculta es que casi todo el mundo sabe menos de lo que están haciendo creer. El FBI está investigando. Ya han hablado con Mark Judge, un amigo de Kavanaugh de la escuela secundaria que, según Ford, estaba en la habitación cuando ella afirma que Kavanaugh la agredió sexualmente.
Los investigadores planean volver a hablar con Judge, de acuerdo con su abogado. Leland Keyser, un amigo de Ford, también ha sido entrevistado. Lo mismo pasa con Patrick J. Smyth, otro amigo de Kavanaugh a quien Ford mencionó en su testimonio. El FBI también ha hablado con Ramírez, aunque la propia Ford no había sido contactada por la agencia el lunes por la noche, según su abogada Debra Katz.