La inestabilidad en Reino Unido continuará aún con un acuerdo para el 'brexit'
LONDRES (CNN)— Quien crea que el anuncio de la renuncia de Theresa May —quien le dijo a su partido que dimitirá una vez que el brexit se concrete— marca el fin del periodo más turbulento de la política británica en varias décadas, está equivocado. Apenas estamos llegando al final del primer acto de una obra muy larga y complicada.
Como quedó claro en los procedimientos parlamentarios del 27 de marzo, los legisladores no pueden decidir un Plan B para el brexit .
Pese a todo, es muy probable que el Plan A —el acuerdo de la primera ministra, que ya perdió tres veces en la Cámara de los Comunes — quede totalmente muerto.
Con este estancamiento interminable, es muy difícil predecir cómo se desarrollarán las próximas semanas y los próximos meses, tanto para el gobierno como para Reino Unido, pero intentémoslo.
May se comprometió a renunciar a cambio de los votos conservadores a favor de su acuerdo y algunos legisladores conservadores cambiaron de bando.
Al parecer, dado que el PUD lo va a bloquear sea como sea, su oferta fue una pérdida de tiempo; es difícil discernir cómo la primera ministra podría aferrarse al cargo hasta pasado el verano, dado que su autoridad y su credibilidad quedaron prácticamente anuladas.
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¿Cuál es el plan para la sucesión?
Se reportó que a finales de mayo podría comenzar la contienda para encontrar al sucesor de May; podría ser justo después del 22 de mayo, fecha potencial de la separación de Reino Unido de la Unión Europea.
Una campaña de seis semanas produciría un nuevo líder del Partido Conservador (y primer ministro) a principios de julio.
Este itinerario coincidiría con el de Bruselas, que estará reuniéndose para una nueva sesión tras las elecciones de mayo al Parlamento Europeo.
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La primera tarea del flamante primer ministro será abrir la segunda fase de negociaciones del brexit con la Unión Europea sobre su futura relación comercial.
Es probable que él o ella tengan un nuevo equipo de funcionarios negociadores, un nuevo ministro para el brexit y tal vez un nuevo canciller. Pero el desarrollo de esas negociaciones dependerá de la persona que gane la dirigencia.
Muchos legisladores conservadores insisten en que el siguiente primer ministro tiene que ser alguien que crea con entusiasmo en el brexit, tal como el ex ecretario del Exterior, Boris Johnson, o el exsecretario para el brexit, Dominic Raab.
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Aunque habrá varios candidatos de todos los segmentos del partido y del debate del brexit, en la carrera a la dirigencia dominará el tema del brexit y el grado de cercanía que debe tener Reino Unido con la Unión Europea en un acuerdo comercial.
En teoría, un líder firmemente pro-brexit podría traer consigo una nueva serie de límites estrictos para la siguiente ronda de negociaciones. Pero lo paradójico tal vez sea que la lección que el atribulado mandato de May ha dejado en la mente de los conservadores es que sin importar quién sea el nuevo primer ministro, tendrá que adoptar un enfoque más consensual.
Un proceso complicado
Sin importar quién esté a cargo, también sucede que la aritmética parlamentaria —la desconcertante distribución de los votos que una y otra vez ha provocado que el estancamiento perdure— no cambiará con el nuevo primer ministro.
Reino Unido seguirá teniendo un Parlamento sin mayorías, el gobierno seguirá dependiendo de los votos del PUD para que sus asuntos importantes se aprueben. Esto indica que la siguiente ronda de negociaciones podría ser bastante lenta.
Pero si el nuevo primer ministro decide ser más consensual que May, se puede llegar a acuerdos en la Cámara de los Comunes.
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Las votaciones indicativas que se llevaron a cabo el 27 de marzo demostraron que, hasta ahora, ninguna de las opciones sobre la mesa tiene la mayoría. Sin embargo, la opción más popular, que tiene que ver con un brexit más suave con una unión aduanera, podría abrirse paso en la ronda de negociaciones comerciales con la Unión Europea una vez que May se haya ido.
De hecho, en el acuerdo de retirada original de May no se descarta un brexit más suave, porque lo que le preocupa es el proceso de separación, no tanto la naturaleza de la relación futura.
Lo intrigante es que el PUD se abstuvo de votar en la moción sobre la unión aduanera en vez de votar a favor. Se rumora que se inclinan por un brexit más suave que el que May ha promovido. Para ellos, el problema principal es la integridad de Reino Unido y la salvaguardia de Irlanda del Norte.
Lo que cambiaría las cosas, desde luego, serían unas elecciones generales.
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Los siguientes comicios nacionales están programados para 2022; sin embargo, los meses de estancamiento podrían significar que no hay otra opción para la política británica.
Al igual que con la carrera electoral por la dirigencia del Partido Conservador, el brexit dominará la campaña. Es posible que gane el opositor Partido Laborista y que las negociaciones para el brexit adopten un tono completamente diferente.
El que May haya preparado su salida no significa que el brexit va a ser más fácil.
