Mueller, en su primera declaración pública sobre la injerencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016, también indicó que considera inapropiado comparecer ante el Congreso, a pesar de la intención de los demócratas, que controlan la Cámara de Representantes, de escuchar su testimonio.
"Según la política del Departamento, el presidente no puede ser acusado de un delito federal mientras esté en el cargo", dijo Mueller en sus primeros comentarios públicos en dos años. "Eso es inconstitucional", resaltó el exdirector del FBI.
"La Constitución requiere un proceso en el que no sea el sistema de justicia el que acuse formalmente a un presidente en funciones", agregó Mueller, en lo que pareció ser una sugerencia para que una acción semejante debe recaer en el Congreso.