Ryoji Nishiyama, portavoz de la Policía del distrito de Fushimi, en Kioto, dijo que no sabían si había relación entre el sospechoso y el estudio.
El presunto incendio provocado del jueves causó dolor entre los aficionados al anime en todo el mundo por la pérdida de las vidas y del estudio que, según se dice, daba prioridad a sus empleados y era sumamente influyente en el sector.
En el incendio murieron doce hombres, veinte mujeres y otra persona cuyo sexo no se especificó; también hubo 35 heridos. Todos los muertos eran empleados del estudio.
La Policía señaló que cuando aprehendieron al sospechoso, dijo que habían plagiado su obra; sin embargo, advirtieron que había que esperar a que se entrevistara formalmente al sospechoso para confirmar el motivo.
Las autoridades no han podido interrogar al hombre porque sigue sedado en el hospital debido a que sufrió quemaduras graves durante el ataque.
Los detalles macabros empezaron a surgir en la escena el viernes, mientras la Policía inspeccionaba el lugar.
Tras sofocar las llamas, los bomberos entraron al edificio y encontraron 20 cuerpos en la escalera que llevaba a la azotea. Otra cuadrilla encontró once cuerpos en el segundo piso del edificio y dos más en la planta baja.
El incendio se propagó tan rápido que muchas de las personas que estaban adentro no tuvieron tiempo de escapar, según señaló la Policía de la prefectura de Kioto a CNN. Varias personas saltaron por las ventanas del segundo y tercer piso y sufrieron fracturas.