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Cuatro muertes ensombrecen las protestas en Hong Kong

La prensa ha vinculado varios suicidios con el movimiento contra una polémica ley de extradición a China; los manifestantes los tratan como héroes, pero este discurso es peligroso.
lun 22 julio 2019 09:54 AM
Manifestantes en Hong Kong.
Los manifestantes han adoptado un discurso de vida o muerte por hong Kong, por lo que ven a los muertos como mártires.

HONG KONG (CNN)- Una cálida noche de verano, hace unos días, unos miles de personas se reunieron en Hong Kong para honrar a una mujer de 28 años a la que muchos no conocían.

Bajo el brillo de la rueda de la fortuna del puerto de Hong Kong, encendieron velas, cantaron y le dejaron mensajes en Post-its coloridos; le decían que había sido valiente.

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"Lograremos lo que falta por hacer", se lee en uno de los mensajes.

La muerte de la mujer, a la que la mayoría conoce por su apellido, Mak, fue el cuarto presunto suicidio que la prensa local relaciona con las protestas que comenzaron con un proyecto de ley de extradición polémico que, según temían muchos habitantes, limitaría las libertades en esta ciudad semiautónoma.

El proyecto de ley se suspendió ; sin embargo, en cuestión de meses, el movimiento creció y se hizo más sombrío. Algunas manifestaciones, incluida la de la noche del domingo 21 de julio , terminó en agresión: los manifestantes usaron barricadas metálicas para arremeter contra la Policía y los agentes dispararon gases lacrimógenos para dispersarlos.

Los manifestantes han hablado de sacrificio, desesperanza y de la pérdida de la confianza en sus líderes. Los cuatro que murieron se han vuelto una constante en el arte de protesta y algunos manifestantes los tratan como héroes de la causa.

Sin embargo, los expertos advierten que esta clase de discurso es arriesgado. Como hay muchos manifestantes adolescentes y de poco más de veinte años en una ciudad en la que el apoyo a la salud mental es insuficiente , advierten que tratar a los manifestantes como héroes podría poner en riesgo a otros.

Humo, pancartas y enfrentamientos policiales: así son las protestas en Hong Kong

Protestas Hong Kong-1

Protestas Hong Kong-1

Los manifestantes se enfrentan a la policía después lanzar gas lacrimógeno durante un mitin contra una controvertida propuesta de ley de extradición fuera de la sede del gobierno en Hong Kong, el 12 de junio de 2019. Violentos enfrentamientos estallaron en Hong Kong ese día, cuando la policía trató de detener a los manifestantes, mientras que decenas de miles de personas bloquearon arterias clave en una demostración de fuerza contra los planes del gobierno para permitir la extradición a China.
Foto: Anthony WALLACE / AFP
Protestas Hong Kong-2

Protestas Hong Kong-2

Los oficiales de policía están rodeados de gases lacrimógenos durante la manifestación.
Foto: ISAAC LAWRENCE / AFP
Protestas Hong Kong-3

Protestas Hong Kong-3

Un oficial de policía dispara gas lacrimógeno.
Foto: REUTERS / Athit Perawongmetha
Protestas Hong Kong-4

Protestas Hong Kong-4

Los manifestantes reclaman el fin de la violencia policial un día después de la primera manifestación, fuera del edificio del Consejo Legislativo en Hong Kong, el 13 de junio de 2019.
Foto: REUTERS / Jorge Silva
Protestas Hong Kong-5

Protestas Hong Kong-5

Las personas asisten a una nueva protesta el 13 de junio de 2019.
Foto: REUTERS / Jorge Silva
Protestas Hong Kong-6

Protestas Hong Kong-6

Los manifestantes exigen que se frene el proyecto de ley de extradición a China.
Foto: REUTERS / Jorge Silva
Protestas Hong Kong-7

Protestas Hong Kong-7

Los manifestantes ocupan caminos en el distrito del Almirantazgo, la noche después de la protesta multitudinaria, una de las más grandes de la historia reciente de Hong Kong.
Foto: Anthony WALLACE / AFP
Protestas hong Kong-8

Protestas hong Kong-8

Manifestantes limpian una calle que ocuparon en Hong Kong el 12 de junio de 2019.
Foto: HECTOR RETAMAL / AFP
Protestas Hong Kong-9

Protestas Hong Kong-9

Los mercados asiáticos cayeron nuevamente el 13 de junio y Hong Kong sufrió un segundo día consecutivo de grandes pérdidas, ya que los inversionistas se preocupan por el impacto de las protestas en el país.
Foto: Anthony WALLACE / AFP
Foto del Recuerdo SCJN-4

Foto del Recuerdo SCJN-4

Los integrantes del Poder Judicial se alistan para dejar sus puestos en el 2025.
Foto: Cuartoscuro

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La lucha por Hong Kong

Desde el principio, se pintó al movimiento para obstruir la propuesta de ley de extradición como una lucha de vida o muerte. Cuando al menos cientos de miles de personas (y hasta un millón, según algunos cálculos) marcharon, a principios de junio, los activistas dijeron que era "la última oportunidad para pelear por Hong Kong".

La muerte de los manifestantes sirvió para ahondar la intensidad.

En las protestas, los manifestantes crearon carteles con impermeables amarillos, con lo que dieron la impresión de que la primera persona que se suicidó (un hombre de 35 años que llevaba un impermeable amarillo) flotaba sobre ellos. Los manifestantes vistieron de negro y ondearon banderas en honor al difunto. En esta muestra multitudinaria de duelo, algunos manifestantes culparon al gobierno. Durante un tiempo, podía verse un cartel color rojo sangre en todas partes, en el que se leía: "Dejen de matarnos".

"Él sacrificó mucho por nosotros", dijo una estudiante de 16 años que se identificó como Athena. "Esto se relaciona con el sistema político de Hong Kong. Amenaza la vida y es aciago".

En diferentes partes de la ciudad, los manifestantes levantaron monumentos a los muertos. Apilaron flores en las banquetas y formaron pequeños montículos color blanco; dejaron notas que los muertos nunca podrán leer.

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"Querido Héroe: Lucharemos por ti", se lee en una hoja de papel blanco decorado con un corazón. En otra, se lee: "El régimen lo hizo caer".

Quienes se quitaron la vida se volvieron una constante en el arte de protesta. En una obra se ve al hombre de 35 años tomado de la mano de otra de las víctimas mientras caminan hacia una luz, además de las palabras: "Amigo, no te vayas. Pueblo de Hong Kong, no te rindas". Hasta los mensajes en los que no se menciona a los manifestantes adoptaron un tono más sombrío: en un enorme cartel color rojo profundo, se lee: "Si ardemos, arderán con nosotros".

Para algunos de los manifestantes, la muerte era un tema de discusión. Algunos de los manifestantes coreaban: "Morir por Hong Kong" . En un manifiesto que se difundió en Telegram (una aplicación cifrada que se ha usado mucho en las protestas) se agradece a los "héroes que pagaron con su sangre y con su vida".

En una conferencia de prensa, la legisladora prodemocracia Claudia Mo llamó a los manifestantes "a deshacerse de la mentalidad de mártir". "Tenemos que recordarles que no vale la pena. El tiempo siempre está del lado de los jóvenes", dijo.

El problema es que los jóvenes no necesariamente lo creen.

Por qué las cosas se pusieron sombrías

Hong Kong es una ciudad que está familiarizada con las protestas. Sin embargo, no siempre han sido como este movimiento.

En 2014, los manifestantes prodemocracia ocuparon las calles del centro de Hong Kong durante 79 días . Aunque hubo escaramuzas, en general fue un movimiento pacífico y optimista. Los manifestantes (que incluían a muchos estudiantes de preparatoria) cantaban, levantaban carpas para repartir suministros y crearon zonas para hacer la tarea.

La esperanza flotaba en el aire. Reinaba la sensación de que la democracia por fin sería posible.

Hong Kong nunca ha sido una democracia completa. Cuando el gobierno británico entregó a esta colonia a China en 1997 , el gobierno chino prometió mantener las libertades de Hong Kong durante los siguientes 50 años. Para muchos, faltan menos de 30 años para que Hong Kong se vuelva una ciudad china más, sin derecho a cosas como la libertad de asociación y de expresión que han disfrutado hasta ahora.

Pese al optimismo del movimiento de 2014, ninguno de sus objetivos se logró. Los líderes clave de las protestas terminaron en prisión y, en los años subsiguientes, el entusiasmo decayó.

Entonces, cuando los manifestantes salieron a las calles, hace unos meses, dejaron salir años de ira reprimida y de desconfianza en el gobierno, de acuerdo con Samson Yuen, politólogo de la Universidad de Lingnan, en Hong Kong.

Esa ira se exacerbó rápidamente. La Policía ha recurrido al gas pimienta, a los gases lacrimógenos y a las balas de goma , cosas que los manifestantes consideran un exceso. Aunque Carrie Lam, la líder del gobierno hongkonés, suspendió el proyecto de ley, se ha negado repetidamente a retirarla y a atender a otras demandas como llevar a cabo una investigación independiente sobre los actos de la Policía.

Los cuatro presuntos suicidios agregan un elemento emotivo más, especialmente porque, para muchos, las muertes son culpa del gobierno, de acuerdo con Yuen.

"La protesta tiene que ver con la vida y la muerte de Hong Kong", dijo. "Las protestas tienen que ver con continuar con los deseos de quienes 'dieron su vida'".

"Es sobre la forma en la que la gente confía en el sistema, sobre cómo pueden seguir teniendo confianza en el futuro de Hong Kong".

En una conferencia de prensa, a principios de julio, Lam dijo que le entristecía que los manifestantes se hicieran daño a consecuencia del proyecto de ley. Agregó que el gobierno le pidió a muchas organizaciones no gubernamentales que ofrecieran servicios de asesoría emocional "con la esperanza de aliviar las emociones negativas que azotan a la sociedad hongkonesa".

Un manifestante de 34 años, quien pidió el anonimato, dijo que se unió a las protestas tras ver los actos "brutales" de la Policía el 12 de junio y que la muerte del primer manifestante, el 15 de junio, le dio "fe y coraje".

"La muerte de [el manifestante] obligó a la gente a reconocer que el gobierno de nuestra ciudad ha cambiado", dijo. "Nuestra impresión de que al gobierno le importa la gente quedó destruida".

"Optamos por ignorar durante años que nuestra ciudad está cambiando poco a poco. Pero esta vez, no podemos".

¿Un futuro sin esperanza?

El discurso sombrío —y la racha de muertes— preocupa a los legisladores y a los expertos en salud mental.

Paul Yip, director del Centro de Investigaciones y Prevención del Suicidio del Jockey Club de Hong Kong (CSRP), está preocupado por el riesgo de que haya suicidios por imitación y por el efecto que podría tener la atmósfera negativa en los jóvenes con problemas de salud mental preexistentes.

Yip advirtió que hacer mártires a quienes podrían haber tenido problemas de salud mental podría hacer que el suicidio parezca glamoroso y tener un efecto de contagio.

"Estas personas […] son víctimas de un entorno de estrés mental", dijo.

También le preocupa la forma en la que los medios informan sobre las muertes porque cree que podría animar a otros a quitarse la vida. Algunos medios locales han simplificado las razones del suicidio y han hecho referencia al método de suicidio, cosas que la Organización Mundial de la Salud recomienda evitar en sus pautas sobre reportajes porque podrían sembrar la idea del suicidio en los espectadores vulnerables.

En 2017 (el año más reciente del que hay datos), el gobierno hongkonés estimó que la tasa de suicidio estandarizada había sido de 9.5 de cada 100,000 habitantes , en comparación con el 10.5 en todo el mundo. Entre 2015 y 2017, la tasa general de suicidios en Hong Kong bajó, mientras que la tasa de suicidio de personas entre 15 y 24 años subió, según datos del CSRP.

Además, hay pruebas de que la salud mental en la ciudad se ha visto afectada negativamente por las protestas. Clarence Tsang, director ejecutivo de Samaritans Befrienders Hong Kong, dijo que su organización recibió 73 llamadas en junio de personas perturbadas por el movimiento social, a diferencia de los meses anteriores, en las que recibieron solo unas cuantas llamadas relacionadas con este tema. "La mayoría se sienten desesperanzados; dijeron que no hay salida, que creen que no hay futuro". Agregó que algunas personas se sentían tristes por las muertes, mientras que a otros los perturbaban las tensiones familiares por el movimiento .

En una investigación reciente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hong Kong se determinó que la prevalencia de la depresión entre los participantes encuestados entre el 22 de junio y el 7 de julio había aumentado en un 9.1% respecto al nivel de referencia de 2011 a 2014. El estudio mostró que la depresión probable había estado aumentado en la ciudad en los años anteriores, del 5.3% durante el movimiento Occupy Central de 2014 al 6.1% en septiembre de 2017, tres años después de que terminara el movimiento fallido.

Ante tanta negatividad, algunos hongkoneses han recurrido al apoyo comunitario. Candice Powell, psicóloga clínica, creó una línea telefónica de ayuda para periodistas traumatizados por la violencia que han atestiguado. El legislador Roy Kwong, quien fue trabajador social, se volvió voluntario y es la persona a la que los manifestantes recurren cuando necesitan apoyo.

En los llamados muros Lennon de la ciudad , los manifestantes han dejado mensajes en Post-its para darse ánimos. "Querido Hong Kong: Todo estará bien", se lee en uno.

Yong Pui-tung, la mejor amiga de Mak, tiene 28 años y dice que la gente debería hablar más y no sentirse sola.

"De verdad temo que haya más y más; no quiero ver que esta clase de cosa vuelva a ocurrir", dijo.

"Deberíamos hablar más con nuestros amigos; no deberías sentirte solo, porque todos están con nosotros. Gente de Hong Kong, somos uno y debemos mantenernos fuertes".

Por otro lado, Kwong exhortó a los manifestantes a pensar en el futuro, que no cree que sea tan negativo como muchos esperan.

"Creo que la gente tiene que mantener una actitud normal, serena", dijo. "Tienen que saber que esta es una lucha continua".

Cómo conseguir ayuda: En Hong Kong, llama a los Samaritans al +852 2896 0000 o a los Servicios de Prevención del Suicidio al +852 2382 0000. En México, el Sistema Nacional de Apoyo, Consejo Psicológico e Intervención en Crisis por Teléfono ( SAPTEL ) ofrece atención telefónica las 24 horas del día en el número 5259-8121. La Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio y Befrienders Worldwide también brindan información de contacto de centros de crisis en todo el mundo.

Stephy Chung, Maisy Mok, Jessie Yeung, Jadyn Sham y Charmaine Lee, de CNN, contribuyeron con este reportaje desde Hong Kong.

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