La popularidad de Guaidó ha bajado en cinco puntos y la esperanza de la gente de que el opositor logre su objetivo a corto plazo -dos o tres meses- también ha disminuido , según Datanálisis,
El proceso que inició hace seis meses parece haber entrado en un estancamiento. En este momento, se encuentra negociando con el Gobierno de Maduro en un mesa en Barbados, auspiciada por Noruega, que representa un intento más de ese mecanismo al que la oposición ha tenido que acceder en al menos cuatro oportunidades desde 2014.
Analistas estiman que es difícil determinar qué ocurrirá en este nuevo intento, pero según el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, la diferencia en este momento es que a Maduro le preocupa que las sanciones extranjeras al Gobierno terminen por afectar al sector militar.
Los expertos consideran que el objetivo que se ha planteado Guaidó se puede lograr si actúa estratégicamente.
El director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Benigno Alarcón, considera que el opositor deberá ser más flexible en su estrategia porque, a su juicio, la salida de Maduro puede comenzar, quizás, por unos comicios dado que no ve posible que el gobernante se separe del cargo mientras los militares le apoyen.
El parlamentario ha dejado claro que la negociación es solo un mecanismo más de otros que se mantiene evaluando junto a los gobiernos que le apoyan, como la inclusión de Venezuela en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca o Tratado de Río (TIAR), un mecanismo de asistencia militar extranjera.
"El TIAR es un tratado interamericano, en sus grandes líneas, de asistencia humanitaria. Dicen que tiene que ver con el tema del uso de la fuerza. No es así. Principalmente afecta a cuestiones de asistencia humanitaria", aseguró Guaidó en entrevista con el diario El País.
Apuesta también al Grupo Internacional de Contacto, impulsado por la Unión Europea (UE) y países latinoamericanos.