Marshall dijo a Reuters que enviará, junto al resto de organizadores, la petición al presidente ejecutivo de la firma, Doug McMillon, cuando alcance su objetivo. Asimismo, aseguró que le fue denegado temporalmente el acceso al correo electrónico y a la red de mensajería de la compañía después de empezar la protesta, pero que recuperó la conexión más tarde.
Empleados de San Bruno y Portland, Oregon, salieron de sus puestos de trabajo el miércoles en protesta por la política de venta de armas de la firma, afirmó Marshall, agregando que algunos empleados de Walmart en Nueva York también observaron un minuto de silencio.
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Walmart dijo que 40 empleados en San Bruno protestaron abandonando sus puestos de trabajo antes de la hora, pero no confirmaron otros detalles. "He sido contactado por muchos más empleados para expresarme su apoyo, pero la mayoría teme sufrir represalias de la compañía", comentó.
El portavoz de Walmart, Randy Hargrove, dijo a Reuters que la política de venta de armas de la firma no ha cambiado: "Hemos trabajado muy duro para ser un minorista muy responsable en la venta de armas de fuego (...) Walmart hace más en el área de revisión de antecedentes que lo que exige la ley federal".
McMillon envió un mensaje a sus trabajadores a través de las redes sociales el martes, asegurándoles que la compañía está escuchando sus preocupaciones. "Seremos reflexivos y prudentes en nuestras respuestas y actuaremos de una forma que refleje los mejores valores e ideales de nuestra compañía", afirmó.
OPINIÓN: Terrorismo, odio y muerte
El tiroteo del sábado en El Paso, Texas, donde murieron 22 personas, fue realizado en un Walmart.