Las redes sociales deben involucrarse. Hoy en día hay tecnología para poder detectar este tipo de conductas; no se trata sólo de enriquecerse.
Hay que sumar activamente a la sociedad civil en la prevención de estas matanzas. Las familias son fundamentales para reconocer cuándo sus miembros cercanos se radicalizan o comienzan a cambiar sus hábitos.
Lee: Ser los siguientes, el temor de los latinos en EU tras el tiroteo en El Paso
Después de tantas desgracias, a Estados Unidos le quedan —a corto plazo— pocas opciones: restringir y controlar la venta de armas, frenar los mensajes de odio, prevenir con tecnología y recursos estos eventos; trabajar a lo interno de la sociedad o resignarse a una realidad que enluta cada vez más al pueblo estadounidense que, definitivamente, no se merece esto.
Como lo ha expresado el Obispo de El Paso, Mark Seitz: “Creo que vemos lo que puede suceder cuando comenzamos a dividir a las personas según el color de su piel, su nacionalidad, el idioma que hablan, si tienen documentos o no. Los emigrantes en una inmensa mayoría, son una bendición para este país”.
Nota del editor: David Bittan Obadía, es abogado escritor, analista de temas políticos e internacionales, columnista del diario El Universal de Venezuela y colaborador de otros medios de comunicación. Ha participado en el Congreso Judío Mundial y es expresidente de la comunidad Judía de Venezuela.
Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión