En noviembre de 2017, el Ministerio de Equidad de Género reveló un plan quinquenal para ampliar la representación de la mujer en las secretarías, empresas gubernamentales y escuelas públicas. En febrero pasado, se propuso que el plan se ampliara al sector privado con el fin de dar incentivos a los grandes conglomerados para que contraten a más mujeres y cambien la cultura corporativa profundamente centrada en los hombres.
Sin embargo, hay hombres que dicen que estas medidas les están dando una ventaja injusta a las mujeres. "Me preocupa encontrarme en desventaja cuando busque empleo", dijo Kim. "Porque antes, era un trabajo que podría haber obtenido fácilmente por méritos, pero será injusto [que no obtenga el trabajo] debido a la cuota de género".
Park señala que las universidades femeniles son otro ejemplo. En Corea del Sur hay más de una docena de universidades exclusivamente femeniles y no hay equivalentes para hombres. Algunas de estas escuelas ofrecen cursos en carreras extremadamente codiciadas, como Derecho o Farmacología, y como el gobierno está limitando la cantidad de estudiantes de Derecho, entre más lugares tengan las mujeres, menos quedan para los hombres.
En el informe que publicó el año pasado, Ma, la investigadora, señaló que Corea del Sur estaba en un momento de "competencia infinita, en la que es imposible encontrar un empleo estable". La generación mayor de hombres creció en una época en la que las mujeres trabajaban en las fábricas, así que aunque consideraban que las mujeres eran seres más débiles, entendían que se estaban sacrificando por ellos, explica Ma. "Para los hombres de veintitantos años, las mujeres son un competidor a vencer".