"Me gustaría ver en un candidato a la presidencia una perspectiva de la vida y una lógica coherente, desde la que avancen todas estas propuestas políticas", dijo Ocasio-Cortez a CNN en mayo. "Creo que el senador Sanders lo tiene. También creo que la senadora Warren lo tiene. También me gustaría que nos centráramos en la gente trabajadora de Estados Unidos para frenar la desigualdad salarial [y] combatir el cambio climático".
Pero como las precampañas se calentaron y Warren empezó a subir y Sanders a caer en las encuestas, parece que el proceso se aceleró.
Un fin de semana de finales de septiembre, la demócrata por Nueva York fue a Burlington, Vermont, en donde se reunió para cenar con Sanders y un par de colaboradores cercanos, de acuerdo con una fuente que conoce de la reunión. Se reunieron nuevamente a la mañana siguiente para almorzar. Faiz Shakir, director de la campaña de Sanders, dijo más tarde a CNN que en las discusiones no se logró el respaldo firme, pero que fueron un "paso clave en el proceso".
El respaldo de Ocasio-Cortez fue uno de los más codiciados en la política progresista y, a final de cuentas, lo dio en uno de los momentos más inciertos de la larga carrera política de Sanders.
De acuerdo con colaboradores de ambos precandidatos, Ocasio-Cortez le dijo a Sanders por teléfono que lo respaldaría para la candidatura presidencial, mientras Sanders convalecía en el hospital de un ataque cardíaco que lo sacó de la contienda varias semanas. Cuando Sanders enfermó, en Las Vegas, su campaña había estado rezagándose en las encuestas, mientras que Warren sacó ventaja y se consolidó entre los punteros.