Publicidad
Publicidad

4 preguntas que pueden definir al candidato demócrata a la presidencia de EU

Los 20 aspirantes a enfrentar a Donald Trump en las elecciones de 2020 se enfrentarán en dos debates para buscar un solo nominado.
mar 30 julio 2019 11:24 AM
Segundo encuentro
Antes de los segundos debates, solo cuatro de los 20 candidatos demócratas encabezan las encuestas.

(CNN)- Es probable que los debates de los precandidatos demócratas a la presidencia de Estados Unidos , que organiza CNN, marquen el siguiente hito en el proceso de selección con el que se está reduciendo la lista de aspirantes históricamente larga.

A lo largo de los próximos diez meses, más o menos, hasta las elecciones primarias finales y los comités electorales de principios de junio de 2020, los demócratas deberán reducir la lista de alrededor de dos docenas de candidatos a un solo nominado.

Publicidad

Ese proceso se desarrollará a través de innumerables decisiones tácticas de los equipos de campaña, docenas de enfrentamientos planeados e improvisados entre los candidatos e incontables decisiones de los electores, quienes sopesan todo. Habrá puntos de inflexión impredecibles que podrían ser evidentes solo en retrospectiva.

OPINIÓN: La larga carrera demócrata

Pese a tanto caos, la historia de las elecciones primarias anteriores indica cuáles son las dinámicas clave que podrían guiar al partido para elegir a un candidato entre tantos contendientes. Conforme los demócratas reducen las opciones, parece que cuatro preguntas serán las que den forma al proceso. Estas preguntas surgirán una tras otra y la respuesta determinará la siguiente decisión a tomar para que los demócratas elijan a su candidato para desafiar al presidente en funciones, Donald Trump. Aquí analizamos dichas dinámicas:

Pregunta 1: ¿Puede haber otro candidato principal?

Pese a que hay tantos aspirantes, es notorio que los electores demócratas hayan definido a los candidatos principales . Los mismos candidatos están en los primeros cuatro lugares en prácticamente todas las encuestas estatales y nacionales recientes: el ex presidente, Joe Biden, y los senadores Elizabeth Warren, de Massachusetts, Kamala Harris, de California, y Bernie Sanders, de Vermont. Pese a que el alcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, ha mostrado una capacidad de recaudación inmensa, se ha rezagado considerablemente en todos los sondeos recientes. Ninguno de los otros precandidatos —incluidos contendientes que parecía que tenían posibilidades como Cory Booker, senador por Nueva Jersey, Amy Klobuchar, senadora por Minnesota, y el ex diputado Beto O'Rourke, de Texas— ha obtenido más de dos o tres por ciento en las encuestas, cuando mucho.

Publicidad

Evidentemente todavía falta mucho y los primeros votos empezarán a salir en febrero próximo, en Iowa. Pero la constancia de estas cifras en las encuestas suscita la duda de si los electores de las primarias demócratas, que casi en su totalidad creen que Trump es una amenaza existencial para el país, creen que tienen tiempo o les interesa saber más sobre los candidatos que tienen muy pocas probabilidades de ganar.

Entre los expertos demócratas prevalece la idea de que para que alguien —fuera de Buttigieg— se cuele al círculo de los candidatos principales, uno de los cuatro grandes tendría que equivocarse terriblemente.

"En estas campañas tan concurridas parece que no hay espacio más que para tres, tal vez cuatro candidatos", dijo el veterano estratega demócrata Bill Carrick. "El problema de muchas de estas personas no es la calidad de su campaña, sino que es endemoniadamente difícil encontrar espacio para avanzar".

Lee: Los 20 demócratas que buscan la candidatura a la presidencia de EU en 2020

La sabiduría del famoso filósofo del béisbol, Yogi Berra —el maestro de los juegos de palabras extrañamente esclarecedores—, podría aplicarse a la carrera demócrata: "Se hace tarde muy temprano".

Pregunta 2: ¿Cuántos candidatos serán viables después de que voten los primeros cuatro estados?

Muchos activistas del partido creen que la carrera de 2020 podría contar con tres o cuatro candidatos en competencia que pasarán meses intercambiando triunfos en los diferentes estados.

Publicidad

Eso podría pasar. También es importante señalar que no ha pasado desde 1988. Desde entonces, la lista de candidatos demócratas se ha reducido muy pronto tras las votaciones iniciales en Iowa y New Hampshire.

Desde 1976, Bill Clinton ha sido el único candidato demócrata que no ganó en las primeras votaciones en Iowa ni en New Hampshire, en 1992. De hecho, fuera de Clinton en 1992, nadie ha ganado una cantidad considerable de elecciones primarias sin haber ganado en Iowa o en New Hampshire. Según mis cálculos , en las cuatro votaciones demócratas del siglo XXI para elegir candidato a la presidencia (2000, 2004, 2008 y 2016), el total de elecciones primarias y comités electorales que ganó un candidato que no hubiera ganado en Iowa o en New Hampshire fue de apenas cinco de entre 200 oportunidades.

Quienes esperan que esta carrera sea más larga y fraccionada tienen buenas razones para creerlo. Tradicionalmente, dos de los factores clave que han acabado con campañas presidenciales en dificultades son la falta de dinero y la falta de atención de los medios. Sin embargo, en la era de la recaudación de fondos por internet, la cobertura las 24 horas en la televisión por cable y la infinidad de sitios de noticias en internet, ambas cosas abundan. Sin embargo, el tercer factor que ha servido para reducir rápidamente la lista de candidatos en comicios previos sigue igual: a los electores no les gusta desperdiciar su voto. Históricamente, los electores se muestran sumamente renuentes a votar por personas que terminan lejos de los primeros lugares en los primeros estados porque dejan de confiar en que el candidato sea capaz de ganar las elecciones.

"Hay un deseo desesperado por ganar y eso lo supera todo", dijo Tad Devine, estratega de campañas demócratas desde la década de 1980 y asesor de Sanders en 2016. "La gente no va a votar por candidatos que creen que no van a triunfar. Sus votos tienen gran peso por Trump… porque no van a andar por ahí votando por un candidato de tercera".

Lee: Las mujeres toman impulso en la carrera demócrata por la presidencia de EU

Como Iowa y New Hampshire son estados mayormente blancos y el Partido Demócrata es cada vez más diverso, es menos probable que determinen ahora quienes serán los finalistas de la carrera. Es muy probable —y la mayoría de los estrategas demócratas coinciden— que los candidatos finales estén definidos una vez que hayan terminado las votaciones en los primeros cuatro estados, que incluyen a Nevada y Carolina del Sur, estados con grandes poblaciones no blancas.

Sin importar si el proceso se da una vez que hayan votado dos o cuatro estados, los demócratas seguirán teniendo que responder una pregunta esencial: ¿Cuántos candidatos serán viables después de las primeras votaciones? Si los electores, los donadores y la prensa consideran que hay tres o más candidatos totalmente viables de cara a la votación de los delegados el 3 de marzo (día en el que votarán estados como Virginia, Texas y California), la carrera tomará un rumbo muy diferente al que tomaría si a esas alturas se volviera una carrera de dos punteros, como ha pasado antes.

Pregunta 3: ¿Cómo sería una carrera sostenida con tres candidatos?

Los demócratas no han tenido una carrera claramente dividida entre tres candidatos principales desde que Walter Mondale, Gary Hart y Jesse Jackson se enfrentaron en 1984. En esa carrera, Mondale —quien resultó ganador— dependió de los electores proletarios y de los blancos de más edad, aunque siguió siendo competitivo con el electorado negro; Hart movilizó principalmente a los oficinistas liberales blancos, y Jackson dependió del apoyo de los afroestadounidenses, especialmente en estados del Sur, así como de algunos liberales blancos.

Una contienda entre varios candidatos en 2020 tendría varios paralelismos, aunque con toques contemporáneos. En una carrera entre tres candidatos o más, es probable que Biden tuviera una buena ventaja gracias a los blancos proletarios, de más edad y de tendencias moderadas y que compita por el voto de los afroestadounidenses. Es probable que Warren o Sanders se encuentren en la situación de Hart y dependan de los blancos liberales, particularmente de los profesionistas y los jóvenes. Harris competiría con Biden por el voto de los electores negros y con Warren o Sanders por el de los blancos profesionistas, especialmente las mujeres.

¿Quién tendría la ventaja en esta situación? Los blancos que se consideran liberales representaron alrededor del 40% de los electores de las primarias demócratas de 2016, según un análisis acumulativo que CNN llevó a cabo con las 27 encuestas de salida que se hicieron ese año. Así, Warren o Sanders tendrían una base sólida. Sin embargo, enfrentarían dos obstáculos de importancia: el primero es que los candidatos que han dependido principalmente de los blancos liberales sin ganar un apoyo considerable de los afroestadounidenses —como Eugene McCarthy en 1968, Hart en 1984, Bill Bradley en 2000 y Howard Dean en 2004— nunca han ganado la candidatura. El segundo es que pese a que hay ciertas diferencias en las poblaciones que los apoyan, Warren y Sanders estarían compitiendo por los mismos electores y afectarían al otro si se quedan en la contienda.

Gracias a que Sanders tiene la impresión de que tiene una misión y a que está perpetuamente molesto con la dirigencia del Partido Demócrata, parece muy probable que se quede en la contienda aunque no gane primarias ni obtenga más del 12 o el 15% de los votos.

"Bernie tiene posibilidades de volverse un candidato al estilo de Jesse Jackson, de sobrevivir más tiempo porque tiene un electorado fiel; yo asumiría que el dinero no se le acabaría", dijo Carrick.

Warren también tiene una base recaudadora lo suficientemente grande como para seguir en la contienda todo el tiempo que quiera. Es razonable pensar que para marzo (o incluso para después de la votación en New Hampshire, en febrero) la izquierda demócrata estará exigiendo que el más débil se salga de la contienda.

En una carrera en la que figuren los cuatro grandes aspirantes actuales, la principal ventaja de Biden es que ninguno de los otros tres compite naturalmente por el sector clave de su electorado: las personas de más edad y los más moderados. Los electores mayores de 45 años emitieron tres quintas partes de los votos demócratas la última vez y Biden arrancó la carrera con poca competencia en ese ámbito ; su gran ventaja entre los electores mayores de 45 años podría ser la nota más constante de las primeras encuestas demócratas rumbo a 2020. El principal desafío al que se enfrentaría Biden en una carrera con los otros tres candidatos principales sería defender el nivel competitivo de apoyo del electorado negro. Es probable que haya una brecha generacional y que Harris se desempeñe muy bien entre los electores negros relativamente jóvenes y que Biden conserve el respaldo de los mayores de 50 años. Por otro lado, Harris podría competir por los votos de los profesionistas blancos, especialmente las mujeres, quienes también serán esenciales para Warren.

El sexo podría ser un comodín en una carrera con varios candidatos: hasta ahora, las aspirantes no están teniendo resultados mejores con las mujeres que con los hombres. Pero si eso cambia una vez que comiencen las votaciones, sería un factor clave porque las mujeres fueron la mayoría de los votantes demócratas en las primarias de 2016: casi el 60%.

En un estudio sobre los electores demócratas de las primarias, que la encuestadora PerryUndem publicó el lunes, 29 de julio, en el que se analizaron principalmente los temas relacionados con el sexo o la atención médica de clientes apartidistas y de tendencias liberales, se indica que podría presentarse esta clase de dinámica: aunque reflejó los hallazgos de las encuestas públicas respecto a la brecha generacional en las preferencias actuales de los electores demócratas de las primarias, también se determinó que las mujeres favorecen más a Warren y a Harris que a Biden y a Sanders y también que las dos candidatas son las más aptas para manejar los temas que afectan a las mujeres. Eso indica que más tarde podría abrirse una brecha de género.

"Aunque las encuestas indican que Biden es el candidato puntero, no estoy segura de que lo sea en verdad", dijo la encuestadora Tresa Undem en un correo electrónico. "Sería distinto si la lista de candidatos fuera débil, pero es fuerte y diversa".

Pregunta 4: ¿Cómo sería una carrera entre dos aspirantes?

También es posible que la contienda siga una trayectoria más tradicional y que condense a dos candidatos luego de las votaciones en los primeros cuatro estados; si Sanders no pasa ese corte, es probable que se quede como candidato en protesta.

"Creo que es muy probable que tengamos dos candidatos y medio viables, seguramente después de Carolina del Norte, y probablemente después de New Hampshire", dijo Carrick. Lo mismo piensan muchos demócratas que han dirigido precampañas. "Con eso quiero decir que habrá dos candidatos que serán evidentemente los punteros y que competirían muy fuerte entre sí. Es probable que haya otro candidato con el dinero y la estructura suficientes como para quedarse un poco más", pero que no tendrá posibilidades de ganar.

En una carrera convencional entre dos candidatos, los dos aspirantes más liberales enfrentarían un desafío demográfico claro con Biden o Harris.

Los electores blancos podrían dividirse entre Biden y Warren o Sanders. Lo más probable es que Biden se quede con los más moderados y los de más edad y que alguno de los dos senadores tenga la ventaja con los blancos más jóvenes y más liberales. También es probable que los hispanos se dividan por muy poco entre Biden y Warren o Sanders. Entonces, cada uno de los dos liberales tendría que encarar la posibilidad de que Biden establezca una ventaja decisiva con los electores negros, quienes compusieron casi una cuarta parte del electorado de las primarias de 2016, según el análisis de CNN. En 2016, Hillary Clinton derrotó a Sanders entre el electorado negro por casi cuatro votos contra uno, según el análisis de CNN.

"Creo que Warren tiene la oportunidad de abrir una vía hacia las mujeres afroestadounidenses en particular", dijo Devine, "pero Biden tendría una ventaja real con los electores afroestadounidenses de más edad". (El problema matemático de Warren y Sanders se agravaría si ambos se quedan en la carrera).

Si Harris fuera la finalista junto con Warren o Sanders, la dinámica sería diferente, pero tendría resultados parecidos. Si se enfrentara a Warren o a Sanders, es probable que Harris tenga menos apoyo que Biden entre los blancos de más edad, proletarios y más moderados. Sin embargo, obtendría más apoyo que él con los blancos más jóvenes, profesionistas y más liberales. Una vez más, los hispanos podrían dividirse por poco. Sin embargo, Harris podría contar con una mayoría de electores afroestadounidenses, lo que le daría la ventaja en general.

Con base en esta dinámica, tanto Warren como Sanders tendrían mejores probabilidades si tanto Biden como Harris siguieran siendo viables a la larga y se repartieran a los electores negros.

Si Biden y Harris fueran los finalistas —y Sanders se quedara en protesta—, la carrera sería fascinante, no solo porque entre ellos han volado chispas. Todas las diferencias que hay entre ellos (edad, origen racial y experiencia política) perfilarían estas elecciones como la decisión entre el pasado y el futuro de los demócratas. Es probable que divida al partido como ocurrió en las épicas elecciones primarias entre Hillary Clinton y Barack Obama. Al igual que Clinton, Biden dependería de los electores blancos de más edad y proletarios; al igual que Obama, Harris intentaría conseguir el apoyo de los blancos profesionistas y de crear grandes ventajas con los afroestadounidenses y los jóvenes.

Desde 2008, la coalición que apoyaba a Obama se ha expandido en el electorado demócrata, lo que podría beneficiar a Harris. No solo el voto de las minorías ha crecido desde entonces, sino que los blancos profesionistas, que se están mostrando más receptivos a ella, también superaron considerablemente a los blancos que no tienen educación superior en la composición del electorado demócrata de 2016 (36% contra el 25%), según el análisis de CNN.

Por otro lado, no está claro si Harris tendría el mismo respaldo de los electores negros que tenía Obama —que usualmente era del 80% o más— si se enfrentara a Biden. Además, si Sanders siguiera en la carrera en protesta, le quitaría más votos a ella que a Biden porque ella dependería más de los blancos liberales que el ex vicepresidente.

Desde luego, nadie puede saber a ciencia cierta qué camino tomará la carrera demócrata conforme se vaya reduciendo la lista de candidatos. Lo que sí está claro es que las dos noches de debates, que comienzan el martes, 31 de julio, marcarán dicho rumbo.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad