Al final de la noche, persistió una pregunta clave: ¿La mayoría de Estados Unidos está lista para el cambio social y político radical que ofrecen los demócratas más progresistas?
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La respuesta más interesante fue la de Warren.
"Entiendo que hay mucho en juego y que la gente tiene miedo", dijo. "Pero no podemos elegir a un candidato en el que no creemos solo porque tenemos demasiado miedo de hacer cualquiera otra cosa".
El tema se retomará en el segundo debate del miércoles, 31 de julio, cuando el moderado más popular —el puntero, Joe Biden— argumente por qué es el más adecuado para enfrentar a Trump, en un intento por recuperarse de un primer debate complicado en junio.
Los primeros dos debates de CNN, que se llevaron a cabo en noches sucesivas en Detroit, ejemplificaron dramáticamente la energía política que bulle dentro del Partido Demócrata ahora que la carrera electoral rumbo a 2020 cobra un ritmo frenético.
En vez de diatribas coreografiadas y rencillas taquilleras entre rivales, la noche se transformó en un seminario político apasionado, con propuestas y planes que, si se implementaran, podrían realinear la vida en Estados Unidos desde sus cimientos.
OPINIÓN ¿Ganarle a Trump o derrotar al trumpismo?
La interpretación que el país —especialmente el centro político crucial— haga del debate del martes y del combate político que se avecina podría ser el factor que decida quién vive en la Casa Blanca a partir de enero de 2021.