Los responsables europeos advierten que once meses es muy poco para alcanzar un acuerdo de libre comercio.
Pero, determinado a evitar un nuevo aplazamiento, Johnson inscribió en la ley una cláusula que prohíbe al Reino Unido toda extensión, lo que reavivó los temores de que el país acabe abocado a abandonar efectivamente la UE el 1 de enero de 2021 de forma brutal.
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El texto incluye también disposiciones para permitir que los tribunales inferiores británicos, y no solo la Corte Suprema, puedan anular los fallos del Tribunal de Justicia Europeo.
Decidido por 52% de los votos en un referéndum en 2016, el brexit, inicialmente previsto para marzo de 2019, fue aplazado tres veces.
Desde que, en noviembre de 2018, la anterior primera ministra Theresa May firmó los términos del divorcio negociado durante dos años con la UE, el acuerdo sufrió tres estrepitosos rechazos en un Parlamento fragmentado entre pro y antieuropeos.
May regresó varias veces a Bruselas en busca de "garantías" para tranquilizar a los diputados. Pero fracasó, acabó dimitiendo y fue reemplazada en julio por un Johnson que rápidamente perdió su frágil mayoría debido a una rebelión interna y al abandono de su aliado clave, el pequeño partido norirlandés DUP.
Hubo meses y meses de caos y debates cada vez más ásperos, una suspensión gubernamental de las labores parlamentarias que la justicia acabó anulando por "ilegal", una renegociación in extremis del acuerdo y finalmente las legislativas anticipadas que acabaron con el bloqueo.
Con información de AFP y CNN