Si bien Estados Unidos y Europa aún enfrentan el brote, el jefe de ayuda de la ONU Mark Lowcock advirtió que el virus no alcanzará su punto álgido en los países más pobres del mundo hasta algún momento en los próximos tres a seis meses.
"En los países más pobres, ya podemos ver economías contraerse debido a la desaparición de las ganancias por exportaciones, remesas y turismo. A menos que tomemos medidas ahora, deberíamos prepararnos para un aumento significativo de conflictos, hambre y pobreza", afirmó.
"El espectro de múltiples hambrunas se avecina", advirtió Lowcock.
David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos de la ONU dijo en una video conferencia que esperaba que las personas ricas hicieran donativos.
"Me gustaría ver a algunas de las personas más ricas del mundo, que ganan dinero en estos momentos, dar un paso adelante y ser generosos", dijo.
Beasley instó a las personas y empresas más ricas del mundo a "dar un gran paso adelante" ya que "si lo hacen, todos nos beneficiaremos ... si no lo hacen , todos tienen que pagar un precio".
Se espera que los 6,700 millones de dólares cubran los costos del plan de respuesta humanitaria hasta diciembre, dando prioridad a unos 20 países, incluidos varios en conflicto como Afganistán y Siria.
La nueva solicitud de donaciones se produce en momentos que se agrega nueve países más a la lista: Benin, Djibouti, Liberia, Mozambique, Pakistán, Filipinas, Sierra Leona, Togo y Zimbabue.