Putin ordenó este lunes el fin de seis semanas de desempleo pagado en Rusia.
Con más de 220,000 contagios confirmados, de ellos 11,656 anunciados el lunes, Rusia es el cuarto país con más enfermos después de Estados Unidos, España y Reino Unido.
La tasa de letalidad en Rusia es, no obstante, muy baja en comparación con estos países, con 2,009 muertos según datos oficiales, aunque muchos temen que este infravalorada.
Putin presentó nuevas medidas de apoyo para empresas y familias con niños que han visto devastados sus medios de vida. Dijo que el desempleo se había duplicado a 1.4 millones en un mes y que quería tratar de evitar que se desatara.
Galería de la semana: El mundo continua su lucha contra la pandemia

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Putin enfatizó que el levantamiento de las restricciones sería gradual y que las regiones tendrían que adaptar su enfoque a las diferentes condiciones locales. Moscú ha dicho que mantendrá sus propias medidas de cierre hasta el 31 de mayo.
Los eventos públicos masivos seguirán prohibidos, indicó el líder ruso, y le pidió a las personas de 65 años o mayores que se queden en casa, aun cuando ciertos sectores de la economía, como la construcción y la agricultura, pudieran reactivarse.
"Todas las medidas que hemos tomado nos permiten avanzar al siguiente paso en la lucha contra la epidemia y comenzar un levantamiento gradual de las restricciones", declaró Putin. "No debemos permitir (...) una nueva ola de la epidemia (...), no habrá un levantamiento rápido de las restricciones".