¿La locomotora de Europa?
A preguntas la semana pasada de un eurodiputado italiano sobre los gastos de Alemania, la vicepresidenta de la Comisión responsable de la política de Competencia, la danesa Margrethe Vestager, defendió al gobierno de Angela Merkel.
"Es importante que Alemania haga esto, porque de alguna manera actuará como una locomotora para Europa", aseguró Vestager, abogando por "encontrar soluciones" a la "triste" situación de que "no todo el mundo tiene el mismo margen de maniobra".
El ejecutivo comunitario adoptó así el viernes por la noche condiciones estrictas para aquellos Estados que quieran recapitalizar sus empresas, como la prohibición de pagar dividendos o bonus a sus directivos.
Bruselas tampoco permitirá que las empresas adquieran más de un 10% de participaciones de sus competidores, proveedores o clientes, mientras el Estado conserve al menos el 75% de las acciones adquiridas en respuesta a la crisis del coronavirus.
"El objetivo es que esta recapitalización sea la solución de último recurso", estimó Eric Paroche, abogado especializado en casos de competencia en el gabinete Hogan Lovells.
Cualquier crisis puede ser una ventaja para las compañías más resistentes, ya que pueden comprar sus rivales a bajo costo, lo que provocará una reorganización del tablero de juego.
"Pero con esta cláusula, se le impide a la empresa recapitalizada desempeñar un papel en la consolidación", agrega Paroche.
Estas nuevas reglas llegan cuando el primer grupo de transporte aéreo en Europa, el alemán Lufthansa, negocia con Berlín una nacionalización parcial y una ayuda de 9,000 millones de euros para evitar la quiebra.
Sobre la mesa del gobierno alemán, también se encuentra la recapitalización por varios miles de millones de euros del grupo ferroviario germano Deutsche Bahn.
Con información de Reuters y AFP