Otros médicos y enfermeras le contaron del olor nauseabundo, "a heces, a vómitos, a orín" en hospitales, con los familiares de pacientes limpiando baños, y que a veces se pide a los pacientes que salgan al jardín a hacer sus necesidades, añadió.
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"Esto le hace a uno pensar si es mejor quedarse en casa o ir a un hospital" donde existe el riesgo de contraer otras infecciones, afirmó.
Una bomba de tiempo
Venezuela, devastada por una crisis sin precedentes y sin agua corriente de manera continua en 70% de sus hospitales, tiene "una dictadura que reprime" a periodistas y personal médico que intentan informar sobre lo que ocurre, y que "oculta cifras", dijo Vivanco.
"Es una verdadera bomba de tiempo", alertó.
Louis Charbonneau, director de HRW para las Naciones Unidas, llamó a la comunidad internacional a "presionar para que Venezuela abra sus puertas a una respuesta humanitaria a gran escala liderada por la ONU que llegue a todo el país.
"Urgimos al secretario general Antonio Guterres y al coordinador de ayuda humanitaria de la ONU Mark Lowcock a liderar esos esfuerzos" y al gobierno de Maduro a que permita que el personal médico y trabajadores humanitarios hagan su tarea "sin temor a represalias".
Con información de AFP