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Venezuela miente sobre las cifras de muertes por coronavirus, según HRW

Un estudio de la organización en conjunto con la Universidad Johns Hopkins indica que la cifra de 10 fallecimientos presentada por el gobierno de Nicolás Maduro es "absolutamente absurda".
mié 27 mayo 2020 05:04 AM
Venezuela
Según el gobierno venezolano, hasta el lunes el virus dejó 1.121 contagiados y 10 fallecidos.

Las cifras sobre el coronavirus en Venezuela, donde el gobierno de Nicolás Maduro reportó 10 muertes, son falsas y "absurdas", y una estimación conservadora las sitúa en al menos 30,000, según Human Rights Watch (HRW) y la Universidad Johns Hopkins.

"Creemos que las cifras, las estadísticas que proporciona el gobierno de Venezuela, las estadísticas de Maduro, son absolutamente absurdas y no son creíbles", aseguró en una videoconferencia José Miguel Vivanco, director de HRW para las Américas, al presentar el martes el tercer informe de ambas organizaciones sobre la situación humanitaria en el país sudamericano.

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Hasta este lunes, el gobierno de Venezuela había informado que había 1,121 casos confirmados de COVID-19 y 10 muertos por esta enfermedad, sin embargo las organizaciones creen que las cifras reales pueden ser mucho más altas debido a la escasa disponibilidad de pruebas confiables, la falta de transparencia y la persecución contra profesionales de la salud y periodistas cuestionan la versión oficial.

"En un país donde los médicos no tienen agua ni siquiera para lavarse las manos en los hospitales", donde "el sistema de salud está colapsado totalmente", donde hay "hacinamiento en barrios y cárceles" (...) en esas circunstancias que solo existan 1,000 contagiados y solo 10 muertos no nos parece creíble", indicó Vivanco.

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La doctora Kathleen Page, médica y profesora asociada de la escuela de medicina de la Universidad Johns Hopkins que entrevistó a numerosos médicos y enfermeros venezolanos para el informe, aseguró que una estimación conservadora situaría la cantidad de muertos por el virus en Venezuela en "por lo menos 30,000".

“La crisis humanitaria en Venezuela y el colapso del sistema de salud han generado una peligrosa situación que favorece una rápida propagación del virus en la población en general, condiciones de trabajo inseguras para el personal de salud y un alto índice de mortalidad entre pacientes que necesitan tratamiento en hospitales”, afirmó Page, de acuerdo con un comunicado.

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Page dijo que el gobierno reportó haber hecho más de 300,000 pruebas para el coronavirus, pero el tipo de tests que utiliza (serológicos) tienen un alto índice de falsos negativos cuando uno está infectado.

"Venezuela tiene 30 millones de habitantes" y con las condiciones actuales, cuando un 25% de la población carece de agua corriente de manera continua y debe salir a buscarla, "digamos que un estimado conservador es que 1% sea infectado con coronavirus", dijo.

"Serían 300,000 casos", de los cuales un 20% contraen la enfermedad en forma grave. Si de esos 300,000 infectados el 10% muere, "serían por lo menos 30,000 muertos (...) siendo terriblemente conservadora", afirmó.

El estudio señala que la tasa mortalidad por el COVID-19 en Venezuela es incierta y es muy probable que responda a varias variables como la edad, los problemas de salud preexistente, la disponibilidad de tratamientos, entre otras. La tasa puede ser mayor a la media pues no hay capacidad para brindar atención de alta complejidad debido a la falta de equipamiento médico, camas de terapia intensiva y respiradores.

Sin insumos

Page contó que "en este momento en Venezuela el 60% de los hospitales indican que no tienen guantes o mascarillas" y "más del 70% no tiene acceso a agua, o jabón o alcohol en gel".

Incluso, hay médicos que han tenido que llevar sus propia agua para poder trabajar. "Uno de los cirujanos me dijo que tenía que lavarse las manos con el agua que cae del aire acondicionado" para prepararse antes de una cirugía, relató la especialista de Johns Hopkins. .

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Otros médicos y enfermeras le contaron del olor nauseabundo, "a heces, a vómitos, a orín" en hospitales, con los familiares de pacientes limpiando baños, y que a veces se pide a los pacientes que salgan al jardín a hacer sus necesidades, añadió.

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"Esto le hace a uno pensar si es mejor quedarse en casa o ir a un hospital" donde existe el riesgo de contraer otras infecciones, afirmó.

Una bomba de tiempo

Venezuela, devastada por una crisis sin precedentes y sin agua corriente de manera continua en 70% de sus hospitales, tiene "una dictadura que reprime" a periodistas y personal médico que intentan informar sobre lo que ocurre, y que "oculta cifras", dijo Vivanco.

"Es una verdadera bomba de tiempo", alertó.

Louis Charbonneau, director de HRW para las Naciones Unidas, llamó a la comunidad internacional a "presionar para que Venezuela abra sus puertas a una respuesta humanitaria a gran escala liderada por la ONU que llegue a todo el país.

"Urgimos al secretario general Antonio Guterres y al coordinador de ayuda humanitaria de la ONU Mark Lowcock a liderar esos esfuerzos" y al gobierno de Maduro a que permita que el personal médico y trabajadores humanitarios hagan su tarea "sin temor a represalias".

Con información de AFP

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