Hasta este lunes, el gobierno de Venezuela había informado que había 1,121 casos confirmados de COVID-19 y 10 muertos por esta enfermedad, sin embargo las organizaciones creen que las cifras reales pueden ser mucho más altas debido a la escasa disponibilidad de pruebas confiables, la falta de transparencia y la persecución contra profesionales de la salud y periodistas cuestionan la versión oficial.
"En un país donde los médicos no tienen agua ni siquiera para lavarse las manos en los hospitales", donde "el sistema de salud está colapsado totalmente", donde hay "hacinamiento en barrios y cárceles" (...) en esas circunstancias que solo existan 1,000 contagiados y solo 10 muertos no nos parece creíble", indicó Vivanco.
La doctora Kathleen Page, médica y profesora asociada de la escuela de medicina de la Universidad Johns Hopkins que entrevistó a numerosos médicos y enfermeros venezolanos para el informe, aseguró que una estimación conservadora situaría la cantidad de muertos por el virus en Venezuela en "por lo menos 30,000".
“La crisis humanitaria en Venezuela y el colapso del sistema de salud han generado una peligrosa situación que favorece una rápida propagación del virus en la población en general, condiciones de trabajo inseguras para el personal de salud y un alto índice de mortalidad entre pacientes que necesitan tratamiento en hospitales”, afirmó Page, de acuerdo con un comunicado.