"En algunas zonas hay niveles de ocupación de las unidades de cuidados intensivos de más del 80%, pero la mayoría están por debajo de este nivel", indicó, al asegurar que "el sistema sanitario brasileño por el momento está aguantando el temporal, aunque necesite apoyo".
Ambos países están a la zaga de Estados Unidos, el más afectado, que ha tenido más de 2 millones de casos y casi 114.000 muertes.
"Estamos en pleno auge de esta pandemia, particularmente en el sur del mundo", dijo Ryan. "Algunos países están teniendo problemas para salir de los llamados confinamientos ya que están viendo un aumento de los casos".
Es posible que la enfermedad se esté propagando de nuevo a medida que las sociedades reabren y la gente comienza a reunirse, especialmente cuando las pruebas son inadecuadas y el distanciamiento social es insuficiente.
No obstante, Ryan reconoció las presiones que se ejercen sobre los países para que vuelvan a la normalidad, especialmente para reducir los daños económicos que la crisis ha causado.
"Hay un cuidadoso equilibrio entre mantener a la gente en casa (...) y el efecto negativo de eso en la economía y la sociedad. Ese no es un equilibrio fácil. No hay respuestas correctas", dijo Ryan.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Gheybreyesus, dijo que se requería vigilancia en todo el mundo contra el virus, incluso en regiones donde parecía estar disminuyendo.
"Nuestro temor es que, aunque está disminuyendo en Europa, está aumentando en otras partes del mundo. Ni siquiera Europa puede estar segura porque el virus puede ser reintroducido en Europa", dijo.
Con información de EFE y Reuters