Johnson prevé también modificar el sistema de planificación urbana para abordar la crisis de vivienda.
Gracias a esta reforma, que le gobierno espera esté lista en septiembre, los locales comerciales, incluidas las numerosas tiendas que quedaron vacías recientemente, podrán por ejemplo convertirse en hogares con mayor flexibilidad.
Esta reforma estará acompañada de un paquete de medidas que incluyen un programa por 2,000 millones de libras para ayudar a la construcción de 180,000 nuevas viviendas asequibles en los próximos 8 años.
"No soy un comunista", afirmó Johnson, anunciando también su intención de impulsar iniciativas privadas, especialmente en innovación tecnológica. "Podemos ser una superpotencia científica", aseguró.
¿Un apoyo verde?
Pero las críticas no se hicieron esperar, especialmente por falta de ambición ecológica en su plan.
"Si la recuperación de la ecología se pudiera lograr sólo con palabras, los discursos de Boris Johnson ya nos habrían llevado allí", lanzó John Sauven, director ejecutivo de Greenpeace UK.
"¿Dónde está el apoyo del gobierno para un transporte más limpio y mejor, hogares más cálidos y energía renovable?", agregó.
En opinión de Ed Davey, líder del opositor Partido Liberaldemócrata (centro), "para recuperarse, el Reino Unido necesita urgentemente inversiones en infraestructuras respetuosas con el medio ambiente a través de un Plan de Recuperación Verde que cree prosperidad y puestos de trabajo a la vez que aborda la crisis climática".
Recordando que el "new deal" de Roosevelt dio lugar a megaproyectos como la represa Hoover, el diario económico Financial Times señaló con ironía que la lista de prioridades de Johnson "incluye la reparación de un puente".