La semana pasada se convirtió en la segunda región española en hacer obligatorias las mascarillas, incluso en los casos en que la distancia social puede ser garantizada.
Sin embargo, en Alemania, los vídeos del comportamiento incívico de los turistas suscitaron la preocupación de que los veraneantes se contagien y lleven la enfermedad a su país.
"La pandemia no ha pasado. Estamos en medio de ella" , advirtió el ministro alemán de Sanidad, Jens Spahn, quien como presidente de turno del Consejo de ministros europeos de ramo insistió en que "el peligro de una segunda oleada es real".
"Tenemos que tener mucho cuidado de que el Ballermann no sea un segundo Ischgl", agregó el ministro comparando un conocido local de El Arenal, en Mallorca, y la localidad austríaca en la que se produjeron contagios del coronavirus que a principios de año se propagaron en varios países europeos.
Las imágenes difundidas en medios alemanes de turistas de fiesta en la isla balear se convirtieron en virales y a ellas se refirió Spahn para ilustrar el peligro que puede suponer para la salud propia y de los demás el "bajar la guardia" en las medidas contra la pandemia.
El empleo de la mascarilla en espacios cerrados y en exterior cuando no se pueda mantener una distancia de seguridad con otras personas son las reglas básicas dentro de la fórmula "AHA" (por sus siglas en alemán"), recordó Spahn: "distancia, higiene, mascarillas".
"La movilidad hace más fácil la propagación del virus", insistió el ministro, quien aprovechó la ocasión que le proporciona la plataforma de la presidencia de turno alemana de la UE para lanzar un mensaje con un propósito de advertencia no solo para los turistas germanos en Mallorca, sino en general para todos los que se desplacen fuera de su país este verano.
Apostó por ser "razonable" antes que proceder a la reintroducción de prohibiciones en un llamamiento destinado a evitar que los desplazamientos que ya han comenzado y que continuarán durante las próximas semanas sean el origen de una nueva oleada de propagación de la COVID-19.
Con información de Reuters y EFE