Luego de que Galicia, una región de 2.7 millones habitantes en el noroeste de España, prohibiera desde este jueves retirarse la mascarilla, de uso obligatorio, para fumar en las calles si no se puede mantener al menos dos metros de distancia con otras personas, Canarias anunció la misma medida a partir del viernes.
Toda vez que "la contagiosidad es real" por consumir cigarrillos, "no se podrá fumar en los espacios abiertos, (...) eso lo vamos hacer en terrazas (de bares) y espacios públicos", dijo a periodistas Ángel Víctor Torres, presidente regional de Canarias, el archipiélago con 2.1 millones de habitantes.
"Si yo, como fumador, no puedo fumar en un espacio público y si tengo que estar a más de dos metros, no me importa tanto. Estoy en un pueblo, puedo ir a un sitio donde no haya gente (...), me parece bien esta medida", dijo a la AFP desde Gran Canaria Alberto García Ortiz, de 47 años.
Así, regiones como Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha, en el centro, y Andalucía, en el sur, dijeron estudiar también la prohibición de fumar.
"Si vemos que la posibilidad a nivel legislativo que ofrece Galicia puede adaptarse, desde luego que lo haríamos", dijo este jueves a periodistas Enrique Ruiz Escudero, el consejero de Sanidad de Madrid, la región que registró más decesos por el COVID-19, un tercio de los 28,605 de España.
Mientras la Sociedad Española de Epidemiología pidió en julio prohibir fumar en espacios exteriores ya que los fumadores "pueden emitir gotas de agua con virus SARS-CoV-2", mientras que la Organización Mundial de la Salud ha señalado que el tabaco puede aumentar la transmisión porque fumar implica tocarse los labios con los dedos.
Algunos epidemiólogos pusieron en duda la eficacia de la medida.
"No hay información científica suficientemente sólida que demuestre que en espacios abiertos el humo de tabaco pueda transmitir la enfermedad (...). Creo que es un poco desproporcionado", estimó a la AFP Fernando García, del estatal Centro Nacional de Epidemiología.
Con información de AFP y EFE