Nada más bajar del avión presidencial Air Force One en la base aérea de McClellan Park, en Sacramento, Trump dijo que lo que el estado necesita es "una gestión forestal buena y fuerte", algo que recordó que lleva pidiendo desde hace tres años.
Al ser preguntado por los periodistas allí presentes sobre si creía que el cambio climático era un factor en la declaración y rápida propagación de estos fuegos devastadores, respondió que "muchas cosas son posibles".
Las decenas de focos que arrasan la costa oeste desde hace días han dejado al menos 35 muertos desde el inicio del verano boreal, 27 de ellos en la última semana en los estados de Washington, Oregón y California.
En total, unas cinco millones de hectáreas han sido arrasadas por al fuego en la costa oeste, lo que ha llevado a líderes demócratas a insistir en la necesidad de luchar contra el cambio climático, un tema sobre el que el presidente se ha mostrado escéptico. La temporada de los fuegos dura en teoría hasta noviembre.
El gobernador Gavin Newsom, un demócrata, dijo al presidente en una reunión que "el cambio climático es real y ha exacerbado esto".
"Lo caliente se está volviendo más caliente, lo seco, más seco", indicó el gobernador.
Pero Trump lo contradijo y aseguró que el clima "comenzará a enfriarse". "Sólo espera", le dijo a Newsom.