Número impar
Hasta la muerte de Ginsburg, los conservadores tenían una mayoría de cinco frente a cuatro en el tribunal que decide sobre asuntos de la vida de los estadounidenses, como el derecho a portar armas, el derecho al aborto, asuntos migratorios o temas como el acceso a la salud.
Si Trump llena la vacante para este puesto vitalicio, la Corte podría quedar anclada en terreno conservador durante décadas, especialmente si nombra a una jueza joven.
El mandatario dijo que quiere hacer la nominación con premura debido a la importancia de que haya un número impar de jueces, en el caso de que las elecciones generen controversias que terminen en el alto tribunal.
Sin legisladores republicanos que se desmarquen de la mayoría que ostentan en el Senado, que debe ratificar la designación, los demócratas no tendrán nada que hacer salvo intentar capitalizar el descontento del apresurado nombramiento para impulsar la participación en los comicios y favorecer a su candidato, Joe Biden.
Ginsburg, nombrada por el presidente demócrata Bill Clinton en 1993, era un icono para los liberales, sobre todo en un momento en que la corte se había vuelto más conservadora. Su muerte dio un renovado impulso de los demócratas para intentar que la gente acuda a las urnas en noviembre, además de un aumento de las donaciones de campaña.
Antes de la elección de 2016, en la que Trump llegó a la presidencia, Ginsburg le criticó públicamente, calificándole de "farsante" en una entrevista. Trump respondió escribiendo en Twitter que Ginsburg "no está en su sano juicio". Ella se disculpó más tarde, lamentando sus "desacertados" comentarios.
El viernes concluyen los homenajes públicos para Ginsburg, que será la primera mujer en yacer en el Capitolio, sede del Congreso, antes de su entierro privado la próxima semana en el cementerio de Arlington, en las afueras de Washington.
Con información de AFP y Reuters