Además los estadounidenses requerirán una autorización especial que será examinada caso a caso para asistir a conferencias, actos públicos, clínicas, talleres o eventos deportivos en Cuba.
"Esta decisión de reinstalar el uso de licencias específicas para asistir a un evento en Cuba disminuirá aún más el interés de los ciudadanos estadounidenses", concluyó Kavulich.
En junio de 2019, la administración Trump impuso nuevas y severas restricciones a los viajes a Cuba, al argumentar que la medida tenía como objetivo presionar aún más al gobierno comunista por su apoyo a su aliado, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
El Departamento del Tesoro dijo que Washington no permitiría ya los viajes educativos e intercambios culturales, denominados "People to People", una de las excepciones más populares a la prohibición general del turismo estadounidense a la isla caribeña.
También dijo que no autorizaría a las embarcaciones de pasajeros y recreativas, así como a las aeronaves privadas y corporativas a viajar a Cuba.
A principios de este año, Washington ordenó a Marriott International cerrar las operaciones hoteleras en Cuba.
Starwood Hotels, ahora propiedad de Marriott, había sido la primera empresa hotelera estadounidense en firmar un acuerdo con el gobierno cubano desde la revolución de 1959 en medio de la normalización de las relaciones bilaterales.
El anuncio de mayores restricciones se produce a 40 días de las presidenciales en Estados Unidos, donde el estado de Florida es un reñido bastión electoral —con 29 votos— y donde hay una importante colonia de cubanos contrarios al gobierno de La Habana.