El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “está bien” y no ha tenido fiebre tras dar positivo a COVID-19, dijo este sábado el médico de la Casa Blanca Sean Conley.
En una rueda de prensa, el equipo médico informó que el mandatario tampoco ha necesitado oxígeno, está trabajando y evoluciona "muy bien".
“El equipo y yo estamos muy contentos con el progreso que ha logrado el presidente”, dijo Conley, quien habló junto a otros médicos que tratan al presidente en el hospital donde está internado.
El personal médico de Trump dijo que no necesitó oxígeno ni está tomando hidroxicloroquina. Conley sostuvo que el mandatario ha comenzado el tratamiento con Remdesivir, un fármaco conocido por ayudar a los pacientes a recuperarse del virus.
Una fuente conocedora de la salud de Trump dijo a periodistas que el mandatario no está en un camino claro hacia la recuperación y explicó que algunos de sus signos vitales durante las últimas 24 horas fueron muy preocupantes, por lo que los próximos dos días serán cruciales.
Ayer viernes el mandatario fue trasladado a un hospital militar para recibir tratamiento después de ser diagnosticado con COVID-19, mientras su administración y su campaña electoral luchaban por adaptarse a un giro extraordinario en su turbulenta presidencia.
Aproximadamente 17 horas después de que anunció que había dado positivo por el coronavirus, Trump caminó lentamente desde la Casa Blanca hasta un helicóptero que lo lleva al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en Bethesda, Maryland. Llevaba un cubrebocas y no habló con los periodistas.