El próximo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió que su política migratoria será completamente distinta a la de su predecesor, el republicano Donald Trump, quien llegó a la Casa Blanca con un discurso contra la migración, legal e ilegal.
El ex vicepresidente ha prometido revertir muchas de las políticas restrictivas de inmigración de Trump, como las prohibiciones de viaje de Trump dirigidas a personas de 13 países, muchos de mayoría musulmana.
Estos son los retos que el actual presidente deberá enfrentar.
Durante el último debate previo a las elecciones del 3 de noviembre, Biden prometió que durante los primeros 100 días de su presidencia enviaría una iniciativa de ley para permitir que 11 millones de inmigrantes indocumentados tengan un camino a la ciudadanía.
Un funcionario de la campaña del demócrata le confirmó a la agencia Reuters que este proyecto de ley será enviado desde el primer día del gobierno de Biden.
La aprobación de esta iniciativa seguramente no tendrá ningún problema en la Cámara de Representantes, donde el partido del presidente electo tiene la mayoría, sin embargo habrá que esperar qué pasará en el Senado de Estados Unidos, donde la mayoría está en suspenso y se decidirá en una segunda vuelta electoral en enero.
El proyecto de ley también abordaría el estado de los llamados dreamers que viven en los Estados Unidos ilegalmente después de ingresar cuando eran niños. Bajo el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) iniciado por el ex presidente Barack Obama, aproximadamente 644,000 dreamers reciben ayuda por deportación y permisos de trabajo.
Trump buscó poner fin a DACA, pero la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó en junio que su administración no siguió los procedimientos legales adecuados.
El funcionario del gobierno de Obama que se encargó de la implementación de este programa, el cubano-americano Alejandro Mayorkas, fue nominado por Joe Biden como el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
El proyecto de ley de reforma migratoria de Biden incluirá un camino hacia la ciudadanía para más de 400,000 personas cubiertas por el programa de Estatus de Protección Temporal. Trump se movió para eliminar la mayoría de las inscripciones en el programa, pero se vio frenado por desafíos legales.
También en su primer día, Joe Biden tiene la intención de rescindir las prohibiciones de viaje de Trump a los viajeros de 13 países, la mayoría de ellos naciones de mayoría musulmana o africana.
Poco después de asumir el cargo en 2017, Trump emitió una orden ejecutiva que prohibía a los viajeros de siete naciones de mayoría musulmana ingresar a Estados Unidos. La administración modificó la orden varias veces en medio de desafíos legales y la Corte Suprema confirmó una versión de la misma en 2018. Los países sujetos a restricciones de entrada han cambiado a lo largo de los años.
Las prohibiciones podrían deshacerse fácilmente, ya que fueron emitidas por orden ejecutiva y proclamación presidencial, según expertos en políticas publicas, pero las demandas de los conservadores podrían retrasar el proceso.
Trump implementó una serie de restricciones radicales durante la pandemia de coronavirus que impidieron que algunos inmigrantes y viajeros legales ingresaran a los Estados Unidos.
Las medidas incluyen prohibiciones de viaje que bloquean la entrada de muchas personas provenientes de Brasil, China, Europa e Irán para evitar la propagación del virus.
Trump también prohibió la entrada de ciertos inmigrantes que buscan residencia permanente y trabajadores extranjeros temporales, incluidos ciertos trabajadores calificados con visas H-1B, diciendo que necesitaba proteger los trabajos estadounidenses.
En octubre, un juez federal impidió que la prohibición temporal de trabajadores extranjeros de Trump se aplicara a cientos de miles de empresas, un fallo que la administración Trump apeló.
Otra polémica política que el presidente republicano buscó implementar fue suspender la entrada de estudiantes universitarios cuyas universidades solo dieran clases en línea, una medida que fue retirada tras el reclamo de universidades como Harvard y el MIT.
Si bien Biden ha criticado algunas de estas restricciones, no ha dicho si las revertiría de inmediato. No ha comentado sobre las reglas fronterizas de emergencia implementadas en marzo que permiten a las autoridades estadounidenses expulsar rápidamente a los que cruzan la frontera, incluidos los niños no acompañados y los solicitantes de asilo.
Un funcionario de la campaña de Biden dijo a la agencia Reuters que el demócrata buscaría orientación en los funcionarios de salud pública sobre los cierres de fronteras relacionados con la pandemia.
La administración Trump finalizó un par de regulaciones en octubre que probablemente frenará el uso de trabajadores extranjeros calificados por parte de las empresas estadounidenses, especialmente en la industria tecnológica.
Las regulaciones aumentan significativamente los salarios mínimos que las empresas deben pagar a los trabajadores inscritos en el programa. Las reglas también limitan la definición de "ocupaciones especializadas" elegibles para las visas.
Biden no ha dicho si revocaría las medidas si fuera elegido, pero el sitio web de su campaña dijo que trabajaría con el Congreso para reformar el programa de visas H-1B para garantizar que las visas estén "alineadas con el mercado laboral y no se utilicen para socavar los salarios”.
Después de eso, Biden apoyaría la expansión del número de visas para personas altamente calificadas, dice el sitio web.
Una sugerencia que hace el Migration Policy Institute (MPI) es extender as visas de trabajo de temporada, actualmente asignadas principalmente a ciudadanos mexicanos, hacia trabajadores de Centroamérica, lo que a reducir los movimientos irregulares y brindaría a los migrantes económicos oportunidades de empleo a corto plazo.
“Incentivar a los empleadores para desarrollar canales de talento en la región y mejorar los programas de visas para que sean flexibles y preferenciales hacia los países con altas presiones migratorias (Guatemala, Honduras y El Salvador) puede facilitar flujos migratorios más ordenados y transparentes”, señaló el MPI
Biden ha dicho que aumentaría el límite anual de admisiones de refugiados a 125,000, pero no ha dicho qué tan rápido sucederá.
Trump ha reducido drásticamente las admisiones de refugiados y su administración anunció en septiembre que no permitiría más de 15,000 refugiados en el año fiscal 2021, una cifra que probablemente aumentará Biden.
Los defensores de los refugiados advierten que puede llevar años reconstruir el sistema de refugiados examinados que están listos para viajar a Estados Unidos, así como la capacidad de los grupos de reasentamiento para recibirlos.
Biden dijo a fines de octubre que otorgaría "inmediatamente" protecciones humanitarias a los venezolanos que viven en Estados Unidos, lo que les permitiría permanecer en el país y obtener permisos de trabajo. Citó las dificultades económicas en ese país bajo el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
“Entre otros pasos para reactivar la protección humanitaria, Estados Unidos debe crear formas alternativas de proteger a quienes enfrentan persecución, incluso con programas de protección en el país que los identifique más cerca de sus hogares y el reasentamiento de algunos a través de programas de refugiados como parte de un esfuerzo multilateral que involucre a Canadá. México, Costa Rica y otros países en estrecha coordinación con agencias de la ONU”, indicó el Migration Policy Institute en un comunicado.
El plan de inmigración de Biden pondría fin al desvío de fondos del Pentágono para construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México y en su lugar invertiría en infraestructura de inspección en el puerto de entrada.
Biden dijo en agosto que no derribaría los muros fronterizos bajo Trump, pero detendría la construcción.
El ex vicepresidente ha prometido poner fin a las restrictivas políticas de asilo de Trump, comenzando con un programa conocido como "permanecer en México". Bajo el programa, conocido formalmente como los Protocolos de Protección al Migrante, los migrantes no mexicanos se ven obligados a esperar en México para sus citas en la corte de inmigración de Estados Unidos.
Durante un debate presidencial del 22 de octubre, Biden criticó el programa y dijo que dejaba a los migrantes "sentados en la miseria" al otro lado del Río Bravo, que separa a Estados Unidos y México.
Biden ha dicho que dará prioridad a la reunificación de cualquier niño migrante separado de sus familias bajo las políticas de la administración Trump.
Hasta el 20 de octubre, los abogados y las organizaciones sin fines de lucro que buscaban reunir a las familias separadas en la frontera entre Estados Unidos y México por la administración Trump no pudieron localizar a los padres de 545 niños.
Con información de Reuters
