A pesar de eso, Trump ha seguido afirmando en voz alta y sin evidencia que las elecciones se vieron empañadas por un fraude generalizado, afirmaciones que han sido rechazadas repetidamente por funcionarios estatales y federales.
Trump ha perseguido una serie de desafíos legales en numerosos estados, aunque ninguno hasta ahora ha dado lugar a ganancias significativas para el presidente.
Los abogados de Trump han dicho que hubo impresión de boletas falsas, que miles de muertos votaron, que las máquinas de conteo de votos estaban programadas para favorecer a Biden.
La mayoría de las demandas han sido rechazadas por jueces, quienes han expresado su escepticismo sobre la afirmación de que los resultados electorales son ilegítimos.
En la entrevista, Barr no abordó reclamos específicos.
Sin embargo, se refirió a la afirmación de que las máquinas estaban programadas para sesgar los resultados de las elecciones, lo cual podría ser considerado un "fraude sistemático".
"El Departamento de Seguridad Interior y el DoJ han investigado eso, y hasta ahora, no hemos visto nada que lo corrobore", aseguró.
Barr, considerado un político leal a Trump, dijo que las únicas acusaciones de fraude potencialmente justificables "están muy particularizadas en un conjunto específico de circunstancias, actores o conductas" que han sido investigadas.
"No son acusaciones sistémicas y se han desestimado", señaló. Otras "potencialmente abarcan algunos miles de votos. Se les ha dado seguimiento", apuntó.
Con información de AFP y Reuters