En Estados Unidos, el panel de expertos votó abrumadoramente a favor de dar prioridad en la primera fase de vacunación a los trabajadores de la salud y a los centros de atención a largo plazo, dos sectores en los que se ha registrado cerca del 40% de las muertes en el país.
El comité no se pronunció sobre lo que sucedería después de la fase inicial de vacunación, pero los expertos han propuesto que se dé prioridad a los trabajadores esenciales, seguidos de los adultos con múltiples factores de riesgo y luego los adultos mayores de 65 años.
Trabajadores primero
Los trabajadores esenciales incluyen a los maestros, los empleados de la industria agroalimentaria, conductores de autobuses y trenes, farmacéuticos, policías y carteros.
Estos son también a menudo los trabajadores precarios, de minorías hispanas y negras, que han sido golpeados de manera desproporcionada por la pandemia. Una injusticia que los expertos quieren reparar explícitamente.
Pero en la práctica, estas consideraciones éticas, epidemiológicas y económicas podrían ser ignoradas en la aplicación inicial de las dosis.
Quedan por resolver problemas concretos: si bien es fácil enfocarse en las residencias de ancianos y los hospitales, ¿cómo se supone que los farmacéuticos y los médicos pueden confirmar que un cliente es un trabajador esencial o que tiene dos patologías?
Además, el gobierno de Donald Trump ha dicho que no estará sujeto a los consejos de su agencia de salud, y que los hogares de ancianos recibirán vacunas Pfizer/BioNTech a mediados de diciembre en caso de que obtenga luz verde por parte de los reguladores.
Se espera que el 10 de diciembre, la FDA se reúna para discutir sobre la aprobación de esta vacuna, que ya fue aprobada este miércoles en Reino Unido.