El texto de la resolución para un juicio político —que fue aprobado este miércoles por todos los representantes demócratas y 10 republicanos— indica que, al alentar la insurrección de sus seguidores, Trump "puso en grave peligro la seguridad de los Estados Unidos y sus instituciones de gobierno”.
La Cámara de Representantes, bajo control demócrata desde 2019, tiene el "poder exclusivo de juicio político" para los funcionarios federales, y todo lo que se requiere es una mayoría simple para iniciar los procedimientos.
Básicamente, la Cámara Baja asume el papel de fiscal, decidiendo si los cargos justifican un juicio político y un juicio político. Ya cumplió con esta misión. La presidenta de la Cámara de Representante, Nancy Pelosi, ahora debe enviar la propuesta de impeachment al Senado.
Un futuro incierto
Lo que pasa a partir de ahora es un poco incierto. Ningún presidente estadounidense ha sido enjuiciado políticamente dos veces o en sus últimos días en el cargo. Además, este juicio no se parece ni a la primera acusación contra Trump, ni a la que enfrentó el demócrata Bill Clinton en 1998.
Con la acusación ya aprobada, el Senado está obligado a iniciar un segundo juicio político contra Trump. Pero el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, dijo que no llamará a sesiones antes del 19 de enero, cuando está previsto que la Cámara Alta vuelva a reunirse. El 20 de enero el demócrata Joe Biden tomará posesión como el 46º presidente de Estados Unidos.