"El primer embarque llegaría la próxima semana, alrededor de 200,000 vacunas", dijo el director general del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Juan Ferrer, en conferencia de prensa.
El presidente Andrés Manuel López Obrador acordó el lunes con su colega de Rusia, Vladimir Putin, la adquisición de 24 millones de dosis de la vacuna producida por el estatal centro de investigación ruso Gamaleya, que requiere de dos inyecciones para inmunizar a 12 millones de personas.
Las dosis se sumarán al arsenal de inmunizaciones para luchar contra el COVID-19 que trata de reunir México, el cuarto país del mundo con más muertes por la pandemia del coronavirus, con más de 150,000.
Ferrer afirmó que "es probable" que en el transcurso de la jornada se firme el contrato para la compra del producto como parte de la negociación con Rusia, iniciada a principios de enero en un viaje del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, a Argentina.
El funcionario mexicano no aclaró cuándo autorizará Cofepris el uso de Sputnik V en el país, en medio de una la lucha contrarreloj de México para compensar una reducción en las entregas del producto de la estadounidense Pfizer, la única vacuna que hasta el momento ha aplicado a sus ciudadanos.
El gobierno argentino afirmó que "tiene aseguradas más de 51 millones de dosis" para su campaña de vacunación.
Además del contrato con Gamaleya, Argentina tiene acuerdos de provisión con la Universidad de Oxford, asociada a la farmacéutica AstraZeneca, y con el mecanismo COVAX de la Organización Mundial de la Salud (OMS). También negocia la llegada de la vacuna que fabrica Pfizer.
Argentina, con 44 millones de habitantes, ha reportado más de 1.8 millones de casos de COVID-19 y 47,000 fallecimientos.
México, por su parte, tiene acuerdos con Pfizer, la china CanSino Biologics, con la británica AstraZeneca y también forma parte de COVAX.
Con información de AFP y Reuters