Ese día, los generales pusieron fin a una frágil transición democrática con la instauración del estado de urgencia de un año y detuvieron a Aung San Suu Kyi, así como a otros dirigentes de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND).
Myanmar vivió bajo el yugo de los militares durante cerca de 50 años desde su independencia en 1948. En 2010 se inició una liberalización progresiva y un gobierno civil, dirigido de hecho por Aung San Suu Kyi, llegó al poder después de la victoria de la LND en las elecciones de 2015.
El partido ganó de nuevo por mayoría aplastante las legislativas de noviembre, en unos comicios que los militares califican de fraudulentos pese a que los observadores internacionales no constataron problemas mayores.
En realidad, los generales temen perder influencia tras la victoria de la LND, que podría haber querido reformar la Constitución, muy favorable a los militares. El ejército ha prometido elecciones libres al término del estado de urgencia.
Llamado a la comunidad Internacional
La Liga Nacional para la Democracia (LND), el partido liderado por Suu Kyi, pidió este lunes a la comunidad internacional que solo reconozca como legítimo al Gobierno electo y que se abstenga de cualquier "comunicación o cooperación" con la junta militar.
En un comunicado, la formación afirmó que los líderes militares se han apropiado de la soberanía nacional sin la "mínima legalidad" y solicitó a los Gobiernos de otros países que presionen para conseguir la liberación de los políticos y activistas detenidos por el Ejército.
Por su parte, el gobierno de Australia pidió este lunes la liberación del australiano Sean Turnell, asesor de Suu Kyi que fue detenido el sábado pasado por los militares que han tomado el poder en Myanmar.
"Nuestra embajada está prestando todo el apoyo posible al profesor Turnell durante estos duros momentos", aseguró la ministra de Exteriores australiana, Marise Payne, quien apuntó que el detenido es un reputado asesor y profesor.
El experto, asesor de Suu Kyi para asuntos económicos, es director desde 2017 del Instituto para el Desarrollo de Birmania, con sede en Naipyidó.
Se trata de la única detención de un ciudadano extranjero desde el levantamiento militar de la que se tenga noticia.
Con información de AFP, EFE y Reuters