Steinmeier apuntó en este sentido que "no es razonable vacunar sólo a los vulnerables de un país", sino que contra el Sars-CoV2 hay que actuar "globalmente": Por "humanidad" y "moral", pero "también en nuestro propio interés".
"Una campaña de vacunación global es interesante para todos, incluso para los países ricos. Socavar Covax no sólo es un problema para los no inmunizados, también lo es para los países donde la población ya ha sido inoculada", explicó el responsable de la OMS apuntando a posibles variantes para las que las primeras vacunas no sean efectivas.
Tedros reconoció que los gobiernos están comprometidos, en primer lugar, con su ciudadanía, pero señaló que hay que explicar que no sólo basta con inmunizar a las personas de un país, es "mejor proteger a todo el mundo”.
Aumentar la producción
Frente a este problema, el director general de la OMS pidió un "aumento significativo" de la producción de vacunas "tan rápido como sea posible" para "poder volver a la normalidad".
Abogó por la cooperación entre farmacéuticas (con la licencia de fórmulas autorizadas, por ejemplo), pero evitó posicionarse sobre la propuesta de eliminar las patentes de forma excepcional para la covid y lograr así una producción masiva y barata.
Steinmeier apuntó además otro ángulo del denominado nacionalismo de las vacunas, pues la pandemia se ha convertido a su juicio en un "momento geopolítico" donde algunos países —en referencia a Rusia y China— están repartiendo dosis a otros países con objetivos políticos, algo que podría tener "enormes consecuencias para nuestro futuro".
Covax es una alianza dirigida por la OMS, la alianza para las vacunas GAVI y la Coalición para la Promoción de Innovaciones a favor de la Preparación ante Epidemias (CEPI) con el objetivo de garantizar el acceso equitativo a las vacunas contra el coronavirus. Hasta el momento ha adquirido 330 millones de dosis en nombre de 140 países.
Con información de AFP y EFE