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Venezuela avanza su vacunación con el COVID-19 a paso lento y sin transparencia

El país sudamericano solo ha recibido 700,000 dosis de las vacunas contra el coronavirus, pero en lugar de privilegiar al personal sanitario, las dosis han sido aplicadas entre los políticos.
vie 26 marzo 2021 10:58 AM
Venezuela inició su campaña de vacunación el 18 de febrero, con inoculaciones para el personal sanitario con la vacuna rusa Sputnik V.
Venezuela inició su campaña de vacunación el 18 de febrero, con inoculaciones para el personal sanitario con la vacuna rusa Sputnik V.

La vacunación contra el COVID-19 en Venezuela es de las más opacas del mundo. Mientras otros países informan periódicamente sobre las dosis que ya han aplicado, en la nación sudamericana solo el gobierno de Nicolás Maduro sabe a ciencia cierta cuántas personas ya han sido inmunizadas.

No es de sorprenderse, pues el país tampoco ha sido transparente sobre otra información relacionada con la pandemia, como el número de casos detectados, los fallecidos por la enfermedad y el porcentaje de ocupación hospitalaria. Hasta el momento, las autoridades reportan 152,508 casos de COVID-19 con 1,511 fallecidos, cifras cuestionadas por la oposición y ONG que denuncian un elevado subregistro.

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A esto, hay que sumarle que Venezuela ha conseguido vacunas a cuenta gotas, pues apenas apenas ha recibido unas 700,000 dosis —500,000 donadas por el fabricante chino Sinopharm y el resto de la vacuna rusa Sputnik V— en momentos que el gobierno asegura que el aumento en el número de casos se debe principalmente a la presencia en el país de la variante P1 del virus descubierta en Brasil.

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Este número de vacunas está muy lejos de ser suficiente para inmunizar a toda la población adulta de un país de aproximadamente 30 millones de habitantes.

Venezuela inició su campaña de vacunación el 18 de febrero, con inoculaciones para el personal sanitario con la vacuna rusa. Las dosis de Sinopharm están siendo aplicadas entre otros, al personal docente, sin que hasta ahora ninguna autoridad del gobierno ofrezca un balance sobre el número de inmunizaciones alcanzadas.

El plan de vacunación definitivo, con sus fases y metas, no ha sido publicado pese a la insistente solicitud del gremio médico, que ha contabilizado 379 sanitarios muertos desde que llegó la pandemia, una cuarta parte del total oficial de fallecidos en la nación.

Privilegio para los políticos

Aunque lo anunciado por el gobierno establecía que los trabajadores de los hospitales serían los primerísimos en vacunarse, los políticos, también considerados prioritarios por el Ejecutivo, comenzaron a ser inmunizados cuando faltaban, como todavía faltan según sindicatos, miles de sanitarios por inmunizar.

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La vacunación del personal que trabaja en la llamada primera línea de combate contra la pandemia continúa en medio de un silencio gubernamental que impide conocer el número de sanitarios protegidos hasta ahora.

Los diputados —el 92% oficialistas—, obtuvieron su inyección de la Sputnik V la primera semana de vacunación, cuando el poco fármaco disponible aún no había llegado a todas las regiones.

Luego, las altas autoridades de la llamada revolución bolivariana, también prioritarias según el Ejecutivo, recibieron su protección, un selecto grupo del que se desconoce el número y sus identidades, salvo en el caso del presidente Nicolás Maduro, que recibió la primera dosis el 8 de marzo.

Con el plan del gobierno, del que se conoce solo lo que anuncian sus portavoces, las principales autoridades de los poderes públicos ya deberían estar vacunadas, pues forman parte del 1% de la población para la que se garantizaron las primeras dosis.

De esta manera, Cilia Flores, esposa del presidente y diputada, así como Nicolás Maduro Guerra, hijo del mandatario y también legislador, obtuvieron su vacuna.

En pleito con AstraZeneca

Maduro pospuso varias veces la fecha de llegada de las vacunas al país, hasta que fijó abril como el mes para la "inmunización masiva", una meta que espera lograr, principalmente, gracias a un acuerdo con Rusia para traer 10 millones de dosis, aunque todavía se desconoce el día exacto en que prevé completar esa importación.

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Además de las 700,000 vacunas que ya están siendo aplicadas, Venezuela está abierta a fármacos de otros países y logró recientemente un acuerdo para la compra de 12 millones de dosis a través del mecanismo COVAX, un lote que se estima llegue a finales de mayo, excluyendo la AstraZeneca.

Maduro dijo el miércoles que al país ingresarán solo las vacunas que sean aprobadas por las autoridades e institutos científicos locales, ratificando lo anunciado la semana pasada respecto a que Venezuela no permitirá el uso de las dosis de AstraZeneca contra el COVID-19.

AstraZeneca ofrece la vacuna a través del programa global COVAX —un mecanismo impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar una distribución equitativa de las inmunizaciones contra el COVID-19—, al que Venezuela aún no ingresa debido al impago de su cuota.

Caracas comunicó su decisión a un representante de la OPS el pasado 15 de marzo en una reunión en la que se revisó el mecanismo COVAX, detalló antes la vicepresidenta Delcy Rodríguez en una declaración pública.

La negativa, según Rodríguez, se debe a "informes técnicos" de efectos secundarios con las dosis de AstraZeneca.

Un día antes, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló su "optimismo" sobre el acceso de Venezuela a las vacunas anticovid del mecanismo COVAX, instando al gobierno, la oposición y la comunidad científica venezolana a seguir trabajando juntos en ese sentido.

Ciro Ugarte, director del Departamento de Emergencias en Salud de la OPS, destacó en rueda de prensa el "acercamiento" entre las partes, que según dijo permitió iniciar el proceso para la liberación de fondos para adquirir y distribuir las dosis.

La OPS informó a principios de febrero que Venezuela tiene reservadas entre 1.4 millones y 2.4 millones de dosis de vacunas anticovid en el marco del COVAX. Pero el organismo regional de la OMS advirtió que Venezuela corría el riesgo de perder la reserva si no pagaba un adelanto de 18 millones de dólares.

La OPS alerta sobre el peligroso aumento de casos de COVID-19 en Brasil

Varios representantes del gremio sanitario en Venezuela pidieron el jueves al gobierno levantar el veto impuesto a la vacuna de AstraZeneca contra el COVID-19, en vista del respaldo científico con que cuenta el fármaco.

La organización Monitor Salud, que agrupa a sindicatos de hospitales públicos, expresó a través de Twitter que Venezuela encabeza en Latinoamérica la lista con más trabajadores sanitarios muertos por coronavirus, por lo que la marca de la vacuna que vaya a ser distribuida "no debería estar en discusión".

"Exigimos inmunización masiva ya", remarcó la ONG.

Provea, una organización defensora de derechos humanos, también defendió que la vacuna en cuestión es segura, contrariando lo dicho por el ejecutivo, y consideró que el presidente Nicolás Maduro decide prohibir su aplicación en el país "por política".

"Alemania, Francia, Italia y España reanudarán el uso de AstraZeneca. Venezuela ha tenido acceso a muy pocas vacunas, las que han llegado se han distribuido a aliados de Maduro y a muy pocas personas, rechazar un lote es rechazar la vida a millones", apunto la ONG en Twitter.

Con información de AFP, EFE y Reuters

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