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Miles de colombianos toman las calles en la tercera jornada de paro nacional

A pesar de las promesas de diálogo del gobierno de Iván Duque y de la represión policial a las protestas, los manifestantes volvieron a marchar en Bogotá, Medellín, Calí y otras ciudades.
mié 12 mayo 2021 04:33 PM
Cali, foco de las protestas
En Cali, capital del Valle del Cauca, la violencia ha dejado la mayor cantidad de los muertos de las protestas y continúan algunos bloqueos y enfrentamientos.

"Presente, presente, fuera el presidente", corean miles de colombianos en las calles de Bogotá a las que salieron este miércoles en la tercera jornada de paro nacional convocada por centrales obreras y sindicatos después de que su primera reunión del lunes pasado con el gobierno terminara sin acuerdo.

A las principales vías de la ciudad han llegado cientos de personas, con camisetas blancas, globos, instrumentos musicales y ondeando banderas de Colombia para participar de la convocatoria que avanza de manera festiva pese al caos y la violencia que han dejado 15 días de protestas.

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Miles de manifestantes de movilizan en esta y otras ciudades de Colombia contra el gobierno del conservador Iván Duque y los abusos policiales, en el marco de la crisis que estalló hace dos semanas por el deterioro social que agudizó la pandemia.

Duque dialoga con jóvenes en medio de protestas en Colombia, cuya violencia preocupa al papa

"La finalidad del paro que estamos desarrollando desde el 28 de abril es exigirle al Gobierno nacional la negociación del pliego de emergencia que le radicamos en junio del año 2020 y garantías para la protesta social", dijo a la agencia EFE el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Francisco Maltés.

En Bogotá, Medellín y Cali, así como en otros puntos del país, avanzan marchas que exigen nuevas políticas a Duque, quien intenta reducir el malestar con ofrecimientos como el ingreso gratuito a las universidades públicas.

"Lo que ha vivido el país es una situación de desigualdad extrema", dijo a la agencia AFP Luis Carlos García, profesor universitario de 35 años, quien salió a manifestarse con su hijo de cuatro por las calles de la capital colombiana.

"Y lo único que recibimos, cuando legítimamente decimos que eso no es justo, es violencia por parte del Estado", añadió.

Los colombianos completan 14 días de protesta, con jornadas más intensas que otras, pese a que han muerto 42 personas (un uniformado y 41 civiles), según reportó la Defensoría del Pueblo, que vela por los derechos humanos.

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Son las manifestaciones más violentas que haya enfrentado recientemente gobierno alguno en este país de 50 millones de habitantes, empobrecido por la pandemia y donde la violencia financiada por el narcotráfico esfuma la ilusión de paz, tras el histórico acuerdo de paz con la extinta guerrilla FARC.

En el poder desde hace casi tres años, Duque ha encarado multitudinarias marchas desde 2019 y, tras algunos periodos de tregua, destapó la ira popular con un proyecto legislativo que planteaba un alza de impuestos.

La reforma tributaria ya fue retirada, pero la ciudadanía inconforme sigue aferrada a las calles como un acto reinvindicativo con peticiones como que se detengan las masacres y el abuso policial.

Se han multiplicado los focos de protesta, sin una agenda o liderazgo definidos, pero que en el fondo reclaman un país más equitativo y un Estado más solidario, sobre todo con jóvenes y viejos, y que garantice la vida y la seguridad.

Hoy, las voces de los protestantes arrastran otros reclamos como los carteles con los que han salido a manifestarse en los que se pueden leer consignas como "No al proyecto 010 (de la) reforma a la salud" y "No a la reforma pensional o laboral", impulsadas por otros partidos políticos.

Tras 15 días de presión, el gobierno de Duque ha cedido no solo en el retiro del proyecto fiscal, sino que luego de no llegar a ningún acuerdo con el Comité Nacional de Paro dijo estar dispuesto a establecer una mesa de diálogo permanente para llegar a consensos.

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La crisis planea sobre la Copa América-2021 de fútbol que prevé acoger el país junto a Argentina entre el 13 de junio y el 10 de julio próximos.

El presidente también anunció el martes en la ciudad de Cali, epicentro de las protestas, que los estudiantes de universidades públicas y de instituciones técnicas y tecnológicas no tendrán que pagar matrícula para el segundo semestre de este año.

Según Duque, quien abogó porque esta iniciativa se convierta en una "política pública", la medida "permitirá que el 97% de los estudiantes de universidades públicas, instituciones técnicas y tecnológicas tengan "cubierta su matrícula”.

Contra la violencia policial

Congregados en el Parque Nacional de Bogotá, los protestantes, algunos acompañados por sus mascotas, han lanzado arengas en contra de la brutalidad policial que reprime las movilizaciones y piden al gobierno una negociación en la que, contrario a lo que sucedió con los diálogos del paro nacional de 2019, los acuerdos se cumplan.

Los colombianos condenan la violencia de la policía en las protestas

"Estoy en el paro porque creo que ninguna de las reformas que se han hecho ni las que se piensan hacer en cuanto a lo laboral, lo pensional, la reforma a la salud, favorecen al pueblo", dijo a EFE Marcela, una de las manifestantes.

Agregó que "estamos viviendo una serie de masacres, de asesinatos, simplemente por no tener un derecho a la protesta cuando en realidad lo que estamos pidiendo es garantía para todo".

Organismos internacionales como la ONU, la Unión Europea y gobiernos extranjeros, así como los manifestantes, le han pedido a la administración de Duque que tome acciones contra la violencia policial, se castigue a los culpables de las mismas y que se garantice el derecho a la protesta pacífica.

La organización Temblores ha registrado en estas dos semanas de crisis 1.956 casos de violencia estatal, con 40 homicidios en los "que el presunto agresor es un miembro de la fuerza pública”.

Sin embargo, el presidente se ha mantenido reacio a admitir los excesos policiales. Duque sostiene que la fuerza pública ha actuado con "obediencia absoluta a la Constitución", y que los abusos, "por conductas individuales", se "judicializan".

Duque dijo el martes que las autoridades han iniciado 65 acciones disciplinarias, entre ellas 8 por homicidio, 27 por abuso de autoridad, 11 por agresión física y 19 por otras conductas.

El presidente insistió en señalar por igual "las agresiones que se han presentado contra miembros de la fuerza pública".

"Se debería generar una mesa de negociación, los diálogos se han dado durante mucho tiempo y los acuerdos nunca se han cumplido por parte del gobierno", protestó Marcela.

Miguel Quiñones, un universitario de 22 años, que salió a protestar en Bogotá, espera un mensaje más contundente del presidente.

"Esperamos, primero, una disculpa a todos los compañeros que han caído; a los compañeros que estamos ahorita en las calles, a todas esa familias a las que se ha vulnerado el derecho a la protesta, el derecho a la vida (…) Ya luego (vendrá) una conversación seria, contundente con (..) los grupos sociales", expresó a la AFP.

Marcha indígena

La minga (marcha) indígena continúa en congregada en la Universidad del Valle, en Cali, desde donde acompaña a "los jóvenes y la ciudadanía movilizada porque nos estaban masacrando", según dijo a Efe la líder de esa comunidad Aida Quilcué.

En Cali, capital del Valle del Cauca, la violencia ha dejado la mayor cantidad de los muertos de las protestas y continúan algunos bloqueos y enfrentamientos, aunque con menor intensidad a la registradas durante los primeros días de las movilizaciones

"Hemos cumplido uno de los objetivos al llegar a Cali porque logró minimizar esas acciones represivas que en el momento estaba, siento que han minimizado por lo menos las muertes", agregó Quilcue sobre la minga, que saldrá hoy de Cali para apoyar otros puntos de concentración en el vecino departamento del Cauca.

Con miles de manifestantes en las calles, el gobierno no solo enfrenta una presión popular inédita, sino además el riesgo de un colapso del sistema sanitario por cuenta de una multiplicación de los contagios en medio de una vacunación que solo ha cubierto al 6,6% de la población.

Con información de AFP y EFE

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