Como parte de las pesquisas, se examinan pagos de la Organización Trump a algunos de sus altos ejecutivos como a la propia hija del magnate, Ivanka Trump, que habría recibido retribuciones indebidas como consultora pese a estar en nómina de la empresa.
Según varios medios estadounidenses, la fiscalía de Manhattan se enfocó recientemente en el director financiero de la Organización Trump, Allen Weisselberg, leal a Trump.
Los investigadores creen que Weisselberg conoce todos los secretos de la familia Trump y lo presionan desde hace meses para que coopere con su investigación.
Michael Cohen, ex abogado personal de Trump encarcelado por evasión de impuestos y por violar las leyes de financiamiento de campañas, fue uno de sus colaboradores más cercanos antes de volverse contra su exjefe y decidir cooperar con los fiscales.
La investigación del fiscal Vance es la más extensa y de mayor motivo de preocupación de las que enfrenta Trump, ya que se están examinando las prácticas empresariales del ex mandatario desde antes que llegara al poder.
Además de Vance, la también demócrata fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, está investigando las operaciones empresariales de Trump. Específicamente, busca si la Organización Trump informó falsamente de los valores de las propiedades para asegurar préstamos y obtener beneficios económicos y fiscales.
"Esto es puramente político y una afrenta a los casi 75 millones de votantes que me apoyaron en las elecciones presidenciales y está siendo impulsado por fiscales demócratas sumamente partidistas", acusó Trump en su declaración.
La semana pasada, James, que tenía un caso civil abierto contra el conglomerado Trump, anunció que su investigación pasaba a ser de carácter criminal y que se unía a la de Manhattan.
El fiscal de Manhattan, quien deja su cargo a fines de diciembre, consiguió ocho años de las declaraciones de impuestos de Trump en febrero después de una batalla legal de años que llegó a la Corte Suprema.
Con información de AFP, EFE y Reuters