Después de meses en las calles, Rojas saltó a la política como uno de los fundadores de la Lista del Pueblo, que en mayo obtuvo 27 de los 155 escaños de la convención, articulando su discurso y su campaña en torno a su enfermedad, sobre la que habló en varias entrevistas y en Internet.
El sábado 4 de septiembre, el independiente reconoció que padece otra enfermedad sobre la que existe un "gran estigma" social y agregó que sintió "mucha vergüenza por el daño que podría traer a su familia" reconocer su verdadero diagnóstico.
Un trabajo del diario La Tercera llevó a Rojas a revelar que nunca fue diagnosticado de cáncer.
El futuro político de Rojas es incierto dada la excepcionalidad de la situación, aunque los expertos señalan que la renuncia voluntaria de un convencional, cargo que se rige con las normas de los parlamentarios, no está contemplada.
La mentira desató innumerables reproches en redes sociales y críticas feroces del oficialismo, que exigió la salida de Rojas y criticó duramente a la Lista del Pueblo.
"Como ser humano solidarizo con él [con Rojas], pero él como convencional está en un tremendo problema y representa un gran problema para la Convención", afirmó Spotorno, que sigue apoyando el proceso constituyente, "pero desde un espacio ya apartado de la Lista del Pueblo”.
El conservador Sebastián Sichel, uno de los candidatos favoritos de cara a las presidenciales del próximo noviembre, agregó que "la descomposición de la izquierda y la falta de conducción reafirma el desafío de mayorías que garanticen gobernabilidad”.