Es muy poco probable que las personas vacunadas contra el COVID-19 mueran a causa de la enfermedad a menos que sean muy mayores y ya estén muy enfermas antes de contagiarse, mostró este miércoles un estudio realizado en Italia.
El estudio del Instituto Nacional de Salud (ISS), contenido en un informe regular del ISS sobre muertes por COVID-19, reveló que la edad promedio de las personas que murieron a pesar de estar vacunadas fue de 85 años. En promedio, tenían cinco enfermedades subyacentes.