Hay cerca de 70 acusados entre los que destacan cuatro ministros, tres de los hijos del mandatario, asesores del Gobierno y parlamentarios, y dos empresas del área médica, a quienes se les imputan diversos delitos.
En el caso del líder de la ultraderecha, se le acusa de crímenes contra la humanidad, infracción de medidas sanitarias, charlatanería médica, incitación al delito, falsificación de documentos, uso irregular de dinero público, prevaricación, epidemia con resultado de muerte y atentados contra la dignidad del cargo.
Las acusaciones serán presentadas próximamente a los tribunales ordinarios y, en lo que compete a Jair Bolsonaro, a la Fiscalía General, la Corte Suprema y la Corte Penal Internacional de La Haya, en este último caso debido a los alegados crímenes contra la humanidad.
En los documentos que serán enviados a tribunales, se incluyó una solicitud para que el presidente brasileño sea "suspendido" por tiempo indeterminado de las redes sociales, en las que tiene una febril actividad y que ha usado para difundir masiva información falsa sobre la pandemia.
La última de ellas, la semana pasada, cuando insinuó en una transmisión en directo que quien toma las dos dosis de las vacunas corre más riesgos de contraer Sida, lo que llevó a Facebook y a Instagram a retirar ese video y a Youtube a suspender la cuenta del mandatario durante siete días.