Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

La princesa Mako se casa y rompe sus lazos con la familia imperial japonesa

La decisión de casarse con un plebeyo volvió a Mako el objetivo predilecto de los tabloides desde que en 2017 anunció su compromiso con Kei Komuro, un compañero de la universidad.
mar 26 octubre 2021 03:23 PM
La princesa Mako de Japón y su esposo Kei Komuro brindan una conferecia de prensa para anunciar su boda.
Mako describió a su esposo como un soporte emocional en los años que han separado su compromiso del controvertido matrimonio.

Con una sencilla boda civil, la princesa Mako de Japón rompió este martes sus lazos con la familia imperial japonesa al casase con Kei Komuro, un compañero de la universidad que no pertenece a la nobleza.

Desde que anunció su compromiso en 2017, la pareja se convirtió en blanco predilecto de los tabloides que hablaban de las dificultades financieras de la familia plebeya de Komuro.

Publicidad

Pero finalmente, "los papeles del matrimonio fueron cumplimentados y aceptados", dijo un responsable de la casa imperial a AFP.

La ex princesa describió a su esposo como un soporte emocional en los años que han separado su compromiso del controvertido matrimonio.

"Para mí Kei es una persona imprescindible. Casarnos era la única opción que podíamos tomar para vivir siendo fieles", dijo la joven en una protocolaria rueda de prensa junto a su esposo en el Hotel Grand Arc Hanzomon de Tokio, horas después de registrar su matrimonio, tres años más tarde de lo previsto.

"Amo a Mako", proclamó a su vez su esposo, quien agregó que "de ahora en adelante quiero estar al lado del amor de mi vida".

Las imágenes televisivas mostraron a la princesa y sobrina del emperador Naruhito abandonando la residencial imperial de Akasaka. Con un ramo de flores rosas pálidas en las manos, Mako se despidió con una reverencia de sus padres y de la prensa y con un abrazo de su hermana.

Historia de la princesa Mako

Mako estudió Arte y Patrimonio Cultural en la Universidad Internacional Cristiana de Tokio, donde conoció a Komuro, y pasó un año en Edimburgo. También tiene una maestría en estudios Museísticos de la Universidad de Leicester, en el Reino Unido.

La princesa Mako de Japón abraza a su hermana la princesa Kako mientras son vistas por sus padres, el príncipe heredero Akishino y la princesa Kiko, antes de dejar su casa para casarse.
Con un ramo de flores rosas pálidas en las manos, Mako se despidió con una reverencia de sus padres y de la prensa y con un abrazo de su hermana.

La princesa Mako es una figura con un notable reconocimiento en Latinoamérica. La joven estuvo realizando actos de representación en la región antes y poco después del anuncio de su compromiso.

Publicidad

Una encuesta reciente del diario Mainichi mostró que el 38% de los consultados apoyaba su matrimonio, mientras que el 35% se oponía y el 26% no expresaba ningún interés.

¿Por qué tuvo que renunciar a la familia imperial japonesa?

Mako Komuro, como pasará a llamarse a partir de ahora, ha sido la primera princesa del Japón de posguerra que rompe con las ceremonias tradicionales en las que participan las mujeres de la familia imperial japonesa cuando se casan y la dote que se les ofrece por abandonar la institución, en cumplimiento de las leyes que la rigen.

Las mujeres de la familia imperial nipona quedan desvinculadas de la institución cuando contraen matrimonio con un hombre que no pertenece al linaje, de acuerdo a la Ley de la Casa Imperial, que también concede de forma exclusiva a los varones los derechos sucesorios al Trono de Crisantemo.

Pero por primera vez en la historia de Japón después de la guerra, la princesa de 30 años recién cumplidos y su prometido, de la misma edad y abogado en una firma estadounidense, se casaron sin el ritual tradicional.

Además, Mako renunció a una suma de 130 millones de yenes (1.3 millones de dólares) ofrecida habitualmente a las mujeres de la familia imperial en ocasión de su boda.

El trono japonés solo puede ser heredado por hombres de la familia. Los hijos de mujeres que se han casado con plebeyos quedan excluidos de la línea de sucesión.

Publicidad

Ha habido debates sobre cambiar estas reglas, incluso un panel gubernamental abordó la cuestión, pero el camino se antoja largo ante la fuerte oposición de los tradicionalistas, que rechazan la posibilidad de una mujer en el trono.

El anuncio del compromiso de Mako y Komuro volvió a poner en el foco mediático el debate sucesorio, pues supone una nueva baja en la familia, en continuo declive debido a la escasez de varones.

Mako, que este sábado cumplió 30 años, es la primogénita del príncipe heredero Fumihito (55), hermano del emperador Naruhito (61); y hermana mayor del príncipe Hisahito (15), segundo en la línea sucesoria.

El príncipe Masahito (85), hermano del emperador emérito Akihito (87), es el último varón con derechos de sucesión en el avejentado y mermado linaje japonés, la dinastía hereditaria reinante más antigua del mundo, que está actualmente compuesta por 18 miembros, de los que Mako dejará de formar parte la próxima semana.

La princesa Mako y su novio, Kei Komuro

"Me sentí verdaderamente feliz cuando él se me declaró a finales de 2013 y acepté en el momento", relató una radiante princesa ante las cámaras a principios de septiembre de 2017, cuando formalizó su compromiso con Komuro, en su primera aparición pública juntos.

La pareja llevaba unos cinco años de relación cuando anunciaron sus planes de boda. Se conocieron en 2012 en una reunión informativa de la Universidad Internacional Cristiana de Tokio, a la que ambos asistían, para estudiantes interesados en programas internacionales.

El joven abogado volvió a Japón el mes pasado desde Estados Unidos, adonde se trasladó en agosto de 2018 para cursar un posgrado de Derecho en la Universidad de Fordham de Nueva York y presentarse al examen para ejercer la abogacía en el país norteamericano.

La marcha de Komuro se produjo medio año después de posponerse su enlace con la princesa, que se justificó por falta de tiempo para los preparativos, y que coincidió en el tiempo con el aireo de una disputa financiera de su madre, Kayo, con su ex prometido.

La ex pareja de la señora Komuro la acusa de no devolver más de 4 millones de yenes (unos 35,000 dólares), suma que supuestamente le pidió prestada para financiar parte de la educación de su hijo.

La boda, que inicialmente se fijó para el 4 de noviembre de 2018, volvió a posponerse en el contexto de la pandemia. Con la escaramuza monetaria aún en el aire y oposición en ciertos sectores sociales, la pareja ha optado por celebrar un enlace civil y dejar de lado los característicos ritos vinculados a las bodas de este postín para reducir al mínimo su exposición pública.

La princesa y su prometido volvieron a verse por primera vez en más de tres años hace una semana, cuando Komuro visitó a los padres de Mako, el príncipe heredero Fumihito y su esposa Kiko, para presentar sus respetos y dar explicaciones sobre la disputa, todavía abierta y que ha sido el escollo del matrimonio.

El príncipe heredero dijo el año pasado que apoya el matrimonio de su hija, pero que ella necesita ganarse el apoyo de la opinión pública japonesa.

La boda más relevante en la familia imperial en más de una década terminó convirtiéndose en una experiencia desagradable para Mako, que sufre un síndrome de estrés postraumático debido al intenso escrutinio mediático y a las críticas de las que han sido objeto ella y su prometido, según reveló este mes la Agencia Imperial.

Mako dijo que noticias "incorrectas" sobre su nuevo marido le habían causado "gran temor, estrés y tristeza”.

"El flujo de críticas arbitrarias de las acciones de Kei, así como la especulación unilateral que ignoró mis sentimientos, hizo que las mentiras de alguna manera parecieran realidad y se convirtieran en una historia no provocada que se propagó", sostuvo.

Se especula que la pareja planea trasladarse a Estados Unidos, lo que provocó comparaciones contra otra pareja real también bajo fuerte presión mediática: el príncipe Enrique de Inglaterra y su esposa Meghan Markle.

Se espera que permanezcan todavía algún tiempo en Japón, mientras Mako tramita su primer pasaporte, ya que los miembros de la familia imperial nipona no tienen este documento, y ultiman la mudanza.

Sobre los planes de Mako, nada ha trascendido.

Con información de AFP, EFE y Reuters

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad