"Hay una muy buena razón por la que (el presidente brasileño Jair) Bolsonaro se sintió cómodo firmando este nuevo acuerdo", denunció Carolina Pasquali, directora ejecutiva de Greenpeace Brasil. Esto "permite otra década de destrucción forestal y no es vinculante", agregó.
"La Amazonia ya está al borde y no puede sobrevivir a más años de deforestación. Los pueblos indígenas piden que se proteja el 80% del Amazonas para 2025, y tienen razón, es lo que se necesita. El clima y el mundo natural no pueden permitirse este acuerdo", subrayó.
Bosques y selvas absorben casi un tercio del CO2 global emitido por la quema de combustibles fósiles, pero cada minuto se pierde una superficie forestal equivalente a 27 campos de fútbol, según la presidencia de la COP26.
Por otra parte, el 23% de las emisiones mundiales de CO2 proceden de actividades como la tala, la deforestación y la agricultura y 1.600 millones de personas -casi 25% de la población mundial- dependen de los bosques para su subsistencia.
El compromiso de "detener y revertir la deforestación y la degradación de la tierra para 2030" incluye un "paquete de compromisos económicos y políticos sin precedentes", aseguró el gobierno británico.
Estas medidas se apoyarán en un fondo de 12.000 millones de dólares de dinero público aportado por 12 países entre 2021 y 2025, más 7.200 millones de dólares de inversión privada por parte de más de 30 instituciones financieras mundiales, incluidos gigantes como Aviva, Schroders y Axa.
Las medidas deben respaldar actividades en los países en desarrollo como la restauración de tierras degradadas, la lucha contra los incendios forestales y la defensa de derechos de las comunidades indígenas.
Asimismo, 28 gobiernos que representan el 75% del comercio mundial de productos básicos clave que pueden amenazar los bosques -como el aceite de palma, el cacao y la soja- deben firmar otra declaración comprometiéndose a reducir la presión sobre los bosques, apoyando a los pequeños agricultores y mejorando la transparencia de las cadenas de suministro.
Gracias a "estos compromisos sin precedentes, tendremos la oportunidad de poner fin a la larga historia de la humanidad como conquistadora de la naturaleza y de convertirnos en su custodio", según el primer ministro británico Boris Johnson.