Odio
Este año se retomó la tradición de la jornada también llamada Día Nacional contra la Arrogancia Global.
“Vengo cada año. Consideramos a Estados Unidos como un enemigo, un criminal. Por eso considero una responsabilidad venir aquí cada año para expresar mi odio”, dijo a Efe Ahmad Vafaí, un vecino de Teherán de mediana edad.
Nasibe, una mujer de 38 años, también se acerco a la protesta para expresar su rechazó al país norteamericano.
“He venido para expresar mi odio a los países que son opresivos con nosotros y quieren impedirnos nuestros derechos, sea nuclear, económico o cualquier otro derecho”, dijo.
El principal orador de la conmemoración fue el jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, Hosein Salamí.
“Les decimos a todos que reconozcan el poder de esta nación y su grandeza”, dijo Salamí.
Robo de petróleo
La celebración llega un día después de que Irán acusase a Estados Unidos del secuestro de un petrolero y del intento de "robo" de su cargamento de crudo en el mar de Omán, una acción que impidió la fuerza que comanda Salamí.
El cuerpo de élite iraní impidió el “robo” con el abordaje el 24 de octubre del carguero con el que Estados Unidos trató de robarle el petróleo y lo llevó a un puerto del país.
El Gobierno de Estados Unidos tachó de "falaz" la acusación iraní, pero subrayó que el 24 de octubre la Armada de Estados Unidos monitoreó a fuerzas iraníes abordando ilegalmente y capturando un mercante en las aguas internacionales del golfo de Omán, sin que se inmiscuyeran en el incidente.
Las acusaciones iraníes llegaron horas antes de que Irán y la Unión Europea anunciasen la reanudación de las negociaciones en Viena para salvar el pacto nuclear de 2015 el próximo 29 de noviembre, tras cinco meses de discusiones paralizadas por las elecciones presidenciales iraníes.
El encuentro será la séptima ronda de conversaciones entre Irán y las seis grandes potencias (Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania, y Estados Unidos de formar indirecta) para salvar el pacto, en punto muerto desde que Washington lo abandonó unilateralmente en 2018.